Tanto en la dirección federal como en la del PSdeG se aferran al medio millón de votos que logró el PSOE en las pasadas elecciones generales del 23-J para demostrar que hay voto progresista que podría apoyar al candidato José Ramón Gómez Besteiro como entonces fue para Pedro Sánchez.

Un candidato que admiten que "no ha dado tiempo" a construir como alternativa frente a la candidatura de Pontón, que lleva "ocho años" trabajando para ello.

Con este escenario, en la campaña electoral los socialistas apelaron a un gobierno progresista como la alternativa al PP en la Xunta

por lo que apenas se vieron mensajes contra BNG.

Más allá de la insistencia, especialmente en los últimos días y por parte de líderes nacionales como el presidente Pedro Sánchez o el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, de que el "cambio es seguro" con el PSOE en la jugada porque es la izquierda que sabe gobernar.

Entre las incógnitas que despejarán las urnas, los socialistas sitúan el comportamiento del voto de izquierdas toda vez que Podemos y Sumar han ido por separado y esa fragmentación les impedirá, concluyen en el PSOE y el PSdeG, obtener representación alguna y solo hará que ese voto "vaya a la basura".

Una situación que en cierto modo también esperan que ocurra en el electorado de la derecha con un auge del respaldo a las tesis de Vox que, aunque estiman que no le dará representación alguna, puede tener consecuencias en los escaños del PP.

Además, después del "mejor regalo" que pudo hacer el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con el giro sobre la amnistía que, en las filas socialistas creen que eso llevará a que votantes del PP se pasen a la abstención y no acudan a votar.

En el PSdeG consideran que el votante del BNG está "muy movilizado" y se exhibe "con orgullo" por lo que se estiman que Pontón mejorará los resultados de hace cuatro años que la consolidaron como la alternativa. Mientras ven a un PP "a la desesperada, con nervios" y que "ha entrado en pánico" de que no alcancen la mayoría absoluta o que para gobernar tengan que depender de algún acuerdo con Democracia Ourensana, que estiman que entrará mínimo con un representante en el Parlamento gallego.

Por su parte, en el PSdeG creen que en la campaña, especialmente en la segunda semana y en la recta final, "se ha despertado ese voto oculto" que aseguran que era socialista y confían en dar una "sorpresa" el domingo partiendo de que el "ambiente" que perciben no es el que reflejan las encuestas, y que en los últimos días arrojan que no mejoran el dato de 2019, cuando registraron el peor resultado electoral autonómico.

En este escenario, y mas tratándose de Galicia y los precedentes, los socialistas destacan también la importancia del voto exterior, porque el CERA ya hizo cambiar resultados hace cuatro años. Advierten de que tras este recuento, quizás "la alegría del domingo al alguno se le puede amargar", considerando que el resultado del 18-F estará muy ajustado.

Esta confianza en el voto exterior, fuentes de Ferraz lo justifican en que esta vez hay un importante voto proveniente de electorado afincado en Europa que estiman que es más progresista que el que vota desde América.

Al margen de cómo sea el resultado en las urnas, Sánchez ha convocado para el lunes una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal en Ferraz para analizar los resultados en la que, como máxima representante del PSdeG estará la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ya que Abel Caballero, alcalde Vigo y líder socialista gallego que ha participado "como nunca en unas autonómicas", no se desplazará a Madrid.