El texto, que alerta de que el cambio climático se está acelerando, con ejemplos como los fuegos de este verano o la dana que en octubre se cobró la vida de más de 200 personas en la provincia de Valencia, exhorta a “actuar con urgencia, basándose en la evidencia, para proteger la vida, los medios de subsistencia y los frágiles ecosistemas del planeta”.

También reprueba el “negacionismo” y avisa de que “la frivolización con la que es tratado el cambio climático por parte de algunas fuerzas o responsables políticos con frases como "... siempre ha hecho calor ...", esconden un desconocimiento y falta de empatía por todas y cada una de las víctimas del cambio climático”.

“Este negacionismo climático que profesa una parte importante, cada vez más creciente, como consecuencia de los bulos que se expanden en las redes sociales, de alguna de nuestra clase política, resulta tan incomprensible como preocupante, porque ya es evidente para toda la ciudadanía que hablar de la emergencia climática no es una forma de eludir responsabilidades o de sembrar una disputa ideológica. Es un paso esencial para hacer un diagnóstico, para afrontar y para poder resolver un problema que nos afecta a todos”, sostienen los socialistas.

LA MAYOR "AMENAZA" ACTUAL

En consecuencia, la moción reconoce, de acuerdo con las evidencias científicas y los pronunciamientos de los principales foros y organizaciones internacionales, la situación de “emergencia climática” a la que hoy se enfrenta el planeta y, particularmente, España. Va más allá la moción y señala que el cambio climático es “la mayor amenaza” que la humanidad tiene que afrontar y corregir en las próximas décadas.

Del mismo modo, insta al Gobierno a trabajar desde el diálogo y el compromiso con los diferentes agentes sociales, fuerzas políticas y administraciones públicas en la consecución y asunción por el conjunto de la sociedad española del pacto de Estado frente a la emergencia climática planteado por Sánchez. También se busca que España siga siendo referente internacional en la lucha contra el cambio climático.

Finalmente, emplaza también a las restantes administraciones públicas, dentro del ámbito de sus competencias, a que incrementen la “intensidad” y el número de acciones que desarrollan en materia de acción climática, dotándose de los recursos normativos y económicos adecuados en la lucha contra el cambio climático.