Así lo indicó Espinar en su visita a un colegio madrileño, junto a la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, en apoyo a la iniciativa ‘Martes con Palestina’ de la comunidad educativa de Madrid. Allí, la portavoz socialista en la Asamblea insistió en que “Madrid es libre de expresar su opinión” y que “tiene clarísimo lo que está ocurriendo en Gaza”. “Ayuso se está quedando muy sola y, cuando alguien se queda solo y el resto de la gente va en otra dirección, a lo mejor el problema no es del resto del mundo, sino de uno mismo”, expresó.

Espinar afeó a Ayuso que “solo tiene libertad cuando impone su propia libertad”, algo que “se puede comprobar” con una bandera de Palestina que “dura menos que un caramelo en la puerta del colegio”. Una situación que, según la portavoz socialista en la asamblea, no sería igual si esa bandera “es de Ucrania”, ya que “seguramente” hubiera ido “a hacerse una foto”.

“Que ella sea de las pocas que no ve el genocidio que está cometiendo el gobierno de Israel contra el pueblo de Gaza, no implica que pueda imponer ese criterio al resto de las de los ciudadanos madrileños”, subrayó Espinar, mientras defendió que “los colegios tienen derecho a expresar su su opinión y a defender los derechos humanos”.

Por otro lado, la portavoz Reyes Maroto denunció “la complicidad de Almeida con Ayuso para no denunciar el genocidio”, asegurando que el Selur (Servicio de Limpieza Urgente), encargado de borrar la bandera, “debería estar limpiando los barrios de Madrid”.

Además, Maroto señaló que la iniciativa ‘Martes con Palestina’ “no es un movimiento más, también es de denuncia ante una Presidenta de la Comunidad de Madrid que ha decidido silenciar la voz de la comunidad educativa prohibiendo que haya testimonios de apoyo a Palestina y contra el genocidio dentro de los centros escolares”.

Asimismo, la portavoz Reyes Maroto declaró que en los colegios "no se adoctrina cuando se defienden los derechos humanos” y que “el PP se está quedando solo” no denunciando el genocidio en Gaza.

Maroto concluyó criticando el uso que hace el Gobierno de Almeida de los recursos públicos, concretamente del Selur, “contra la ciudadanía madrileña y contra el derecho de la infancia a mostrar su rechazo al genocidio”.