Así lo analizan cargos de ambos partidos políticos consultados por Servimedia en un momento en el que en el PSOE esperaban un 2023 más tranquilo por cuanto el presidente del Ejecutivo y líder del partido, Pedro Sánchez, había acelerado todos los “temas más conflictivos” en 2022, de manera que el año electoral sirviera para potenciar las medidas económicas impulsadas y los avances sociales del Ejecutivo con el colofón del semestre de la presidencia de la UE.

No obstante, las consecuencias de la aplicación de la conocida como ley del 'solo sí es sí’ está llevando a transitar a la coalición de Gobierno por un camino de acusaciones cruzadas en el que algunos dirigentes y parlamentarios socialistas reconocen que se hace difícil soportar la coalición.

En el PSOE hay voces que admiten que ya no aguantan más a los socios porque ya ha cuajado en todos los niveles que "no son de fiar" y que terminan "liándola", y porque, recuerdan, "el PSOE es de centro, no de extremos".

No obstante, coinciden en que el final de la coalición de PSOE y Unidas no está próximo y “no queda otra” que soportar los envites desde el “socio minoritario”, aunque cada vez son más los que piensan que "si no estoy de acuerdo contigo en nada, qué hago en una coalición contigo", resume un dirigente socialista tras repasar las diferencias con UP sobre Ucrania, la inflación, la reforma de la ley del 'solo sí es sí', la 'ley trans' o la de bienestar animal, entre otras.

En el caso de la ley del ‘solo sí es sí’, la diferencia, remarcan en el PSOE, es que lo que “importa” es “solucionar el problema”, porque hay víctimas detrás, dicen, además de la “alarma social” que se ha creado, y pesa el coste electoral hasta en su propia militancia.

Pero tras lo “acumulado” en toda la legislatura en la que desde el PSOE apuntan que la convivencia con Unidas Podemos no ha sido fácil, ahora los socialistas ya “se callan menos” y hasta sus altos cargos responden abiertamente a las críticas desde el socio.

Así, en el PSOE trasladan que “cada vez que se les ocurre algo” en Unidas Podemos “es un problema para nosotros” y en esa categoría han enmarcado la última propuesta de bonificar el 14% de algunos alimentos de la cesta de la compra y que fue criticada directamente por la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero.

CONFRONTACIÓN MODELOS

Con este trasfondo, en el PSOE intentan sacar pecho de la gestión social y económica del Gobierno, de la que se sienten "muy orgullosos" pese a las distintas crisis que les ha tocado lidiar. Lo contraponen a cómo gestionó el PP la última crisis financiera, con "recortes" y daño social, por lo que creen que su forma de proceder les ayudará a coger fuerza en la "clase media y trabajadora".

En cambio, desde el PP presumen de su perfil “aperturista” y claramente enfocado “al centro” con la irrupción de Alberto Núñez Feijóo en la política nacional, por lo que consideran que pueden atraer a un público objetivo mucho mayor, entre los que también incluyen a los simpatizantes socialistas cabreados con Sánchez, a quien ven cada vez más escorado a la izquierda.

Un año después de que estallase la ‘guerra civil’ en el seno del partido que acabó de forma abrupta con el liderazgo de Pablo Casado, en el PP consideran que ahora están mejor posicionados que nunca para lograr concitar mayorías con un proyecto más transversal. En este contexto, Vox es visto en las filas populares como “rival” pero “no enemigo”.

Presumen las fuentes del PP consultadas de que la suya es ya “una alternativa solvente y creíble”, mientras que el jefe del Ejecutivo flaquea en su credibilidad y va a llegar a los comicios de mayo envuelto en importantes polémicas con sus socios de Unidas Podemos a pesar de que su intención era acabar el año 2022 dejando atrás los temas controvertidos.

En todo caso, en Génova son conscientes de que el Gobierno tratará por todos los medios de “desgastar” al líder del PP en lo que resta de legislatura, y en este contexto cargos del partido dicen a Servimedia que se puede hacer “larguísimo” y hasta “eterno” este año en el que los ciudadanos están llamados a votar el 28 de mayo y previsiblemente otra vez a finales de 2023.

Sin embargo, en el PP enfatizan que Feijóo es un “corredor de fondo” y se muestran muy optimistas ante los resultados que arrojen las urnas. Aunque “no hay que celebrar nada hasta el final”, piensan que el 28 de mayo puede suponer el inicio de “un cambio de ciclo”. Eso sí, admiten que se puede ganar o perder por la mínima en distintas comunidades.

Cargos populares indican a Servimedia que les acompaña “la luz de Valencia”, cuando Feijóo logró unir a los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy en una foto inusual y con una gran carga de simbolismo. Las distintas ‘almas’ del PP se conjuraron por un bien común, esto es, respaldar al líder de la oposición en su carrera hacia La Moncloa.

Esta foto de unidad insufló ánimo electoral entre las filas de la formación, aunque en los últimos días se abrió de nuevo el debate a cuenta del aborto. Feijóo “actualizó” la posición del partido al asumir la ley de plazos y al hablar de un derecho de la mujer circunscrito a la ley, aunque no crea que es un derecho fundamental.

La interrupción voluntaria del embarazo es un tema muy sensible dentro del PP, aunque en la dirección creen que han sabido capear bien el temporal a pesar de los esfuerzos de la izquierda y de Vox por “desgastar” a Feijóo. Es más, en Génova opinan que ahora tienen la bandera del feminismo en su mano y que incluso pueden agradar a votantes socialistas contrarios a que las menores puedan abortar sin consentimiento de sus progenitores.

Pese la crisis derivada de los años de la pandemia y las consecuencias económicas y sociales ocasionadas por la guerra en Ucrania, tanto PSOE como PP están sufriendo en cuestiones identitarias como es el caso del aborto, entre los populares, y las diferencias en el mundo feminista, en el lado socialista.