Las destituciones de Fungairiño y Cardenal son, a su juicio, "exigibles" para poder seguir confiando en que el Ministerio Fiscal aplica la ley democrática, la letra y los valores de la Constitución y las leyes que derivan de ella.

"No es psible que el señor Fungairiño, autor del informe, o el fiscal general del Estado, si es que sale a respaldar y defender los criterios de Fungairiño, sigan en sus importantes puestos de responsabilidad" mientras defienden que los golpes de Estado de Chile y Argentina fueron "hechos normales y transitorios que derivaban de la propia lógica y naturaleza de los hechos".

Tras reiterar que la actitud del fiscal jefe de la Audiencia Nacional es "intolerable" en una democracia, el dirigente socialista reiteróque ha sido tan sólo el "último botón de muestra" de la situación de la Justicia en España, y que durante 1997 "no ha hecho más que empeorar".