Amnistía
Puigdemont sigue sin beneficiarse de la amnistía casi un año después de su aparición en Barcelona

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El expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont, continúa sin poder beneficiarse de la amnistía casi un año después de su reaparición en Barcelona, cuando intentó acudir a la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña pero tuvo que huir para evitar ser detenido.
Junts, que trabajó muy activamente en la redacción de la ley de amnistía para “blindarla”, confiaba en que el expresidente catalán pudiese beneficiarse de esta norma y volver a Cataluña tras siete años fuera. Tanto es así que el propio Puigdemont prometió que iba a estar presente en la sesión de investidura del nuevo presidente de la Generalitat catalana.
Sin embargo, no se le aplicó la amnistía a Puigdemont, pero él cumplió su promesa. El 8 de agosto del año pasado, antes de las 09.00 horas se pudo ver al expresidente catalán caminando por las calles de Barcelona, dirigiéndose hacia Arc de Triomf, desde donde pronunció un discurso en el que recordó que “aún estamos aquí porque no tenemos derecho a renunciar”.
Tras un breve discurso, emprendió una marcha hacia el Parlament junto a miembros del partido como Josep Rull y Laura Borràs para asistir a la investidura de Salvador Illa. En este camino fue cuando se le perdió la pista y los Mossos d’Esquadra activaron la ‘operación jaula’ para tratar de localizarle y detenerle.
A lo largo de la tarde se detuvo a un agente de los Mossos por su “colaboración” en la huida de Puigdemont, quien salió de Cataluña en un vehículo que este cuerpo trató de detener, pero sin éxito. El día siguiente, el secretario general de Junts, Jordi Turull, confirmó que el expresidente catalán había vuelto a Waterloo, lugar en el que reside desde que se fugó en 2017.
TRIBUNALES
Prácticamente un año después de esta reaparición de Puigdemont, el líder de Junts sigue sin poder volver a Cataluña, ya que el Tribunal Supremo confirmó en junio su decisión de no amnistiar el delito de malversación que recae sobre él, pero abrió la puerta a que recurriese ante el Tribunal Constitucional (TC).
Hace unas semanas, la defensa de Puigdemont, liderada por Gonzalo Boye, presentó un recurso de amparo ante el Constitucional en el que pidió que le aplicara la ley de amnistía y también reclamó que se suspenda la orden de detención que recae sobre él para que pueda volver a España sin ingresar a prisión.
Falta esperar la decisión del TC, tribunal que hace un mes avaló la ley de amnistía. Pese a la situación de Puigdemont, Junts, con él al frente, es uno de los principales partidos que está condicionando el futuro de la legislatura, ya que el Gobierno de Pedro Sánchez necesita el voto de los 7 diputados de esta formación en el Congreso para sacar adelante distintas leyes.
RELACIÓN CON EL PSOE
A finales del año pasado, Puigdemont, tras recuperar el liderazgo del partido en un congreso en el que solo se presentó su candidatura y al que no pudo asistir presencialmente al no beneficiarse de la amnistía, hizo un balance “decepcionante” sobre el grado de cumplimiento del acuerdo con el PSOE firmado en Bruselas para la investidura de Sánchez.
En rueda de prensa, Puigdemont informó de que Junts registró en el Congreso una proposición no de ley para instar a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza porque “no es de fiar”. Meses después, el partido retiró esta iniciativa tras llegar a un acuerdo para un nuevo decreto ‘ómnibus’, pero alertó de que su relación se encontraba en “la prórroga”.
En este sentido, Junts dejó claro que esta “prórroga” no puede ser indefinida y aseguró que ya no darán más “avisos” a Sánchez, sino que si toman una decisión sobre la legislatura simplemente la anunciarán. Actualmente, el partido insiste en que se cumplan los acuerdos sobre la amnistía y el catalán en Europa.
Además, mientras estos compromisos no se cumplen, Junts emplea su poder en el Congreso para castigar al Gobierno en algunas votaciones para darles un toque de atención por tratar de sacar adelante iniciativas sin negociar o con “prisas”. Desde el partido recuerdan que ellos también tienen “prisa” para que se cumpla lo acordado hace más de un año en Bruselas.
REUNIONES EN SUIZA
Precisamente, para abordar los acuerdos alcanzados, Junts y el PSOE se reúnen de forma mensual en Suiza. Sin embargo, tras el ingreso de Santos Cerdán, uno de los negociadores en estas reuniones, en prisión preventiva hace un mes por presunta corrupción, los de Puigdemont deben valorar la continuidad de estos encuentros.
Estas reuniones “de momento” se mantienen, pero fuentes del partido apuntaron que tendrán que reflexionar sobre el recorrido que tiene la mesa de negociación que mantiene con el PSOE en Suiza, y valorar si vale la pena o si hay que “cambiar algo” porque, en este momento, los acuerdos que negocian están “muy encallados”.
En este sentido, fuentes socialistas aseguraron que la próxima reunión de la mesa de negociación de Suiza, a la que asistirá un nuevo negociador por parte del PSOE, tendrá lugar en septiembre, ya que finalmente no tuvo lugar a finales del mes de julio, pese a que era lo que se esperaba.
(SERVIMEDIA)
03 Ago 2025
BMG/clc