Las autoridades italianas alertaron ayer a varios países en los que se comercializa este proucto, entre ellos España, de la existencia de este problema, después de detectarse en Italia varios casos de botulismo, uno de ellos mortal.

Rafel Urrialde, responsable de Salud de la UCE, manifestó hoy a Servimedia que el ministerio, además de proceder a la retirada del queso, debe dar a conocer claramente las marcas, porque "estamos hablando de botulismo y ya hay un muerto" y puede haber gente que haya comprado este queso y lo tenga en casa.

"El problema no es sólo retirar el producto del estabecimiento", dijo, sino informar a quien pueda tenerlo en casa para que lo tire o lo devuelva al comercio. Además, según Urrialde, si no se identifican claramente las marcas puede haber otras, incluso españolas, que salgan perjudicadas al retraerse el consumo de ese producto.

El responsable de la UCE explicó que el problema de este queso debe estar en el envasado, lo que ha ocasionado que se produzca la toxina que provoca la enfermedad del botulismo. Agregó que el problema es grave, ya que esta enfermead en un elevado porcentaje es mortal.

Por su parte, Juan del Real, de la OCU, coincidió con Urrialde en que se aclaren las marcas del queso supuestamente tóxicas. Indicó a esta agencia que "lo que hay que hacer siempre en estos casos es informar, y, desgraciadamente como siempre, la Administración a nosotros ni nos ha informado".

"Estamos de acuerdo con que no conviene alarmar a la opinión pública, pero hay que decir qué marcas, qué productos y qué lotes están afectados para que el consumidor losepa", dijo. Del Real acusó a la Administración de callarse muchas de estas cosas por salvaguardar los intereses de la industria, "y, a veces, ese silencio ofical redunda más en el alarmismo".