Cerca de 1.800 británicos mueren cada año al respirar este gas venenoso en sus casas, según un artículo publicado hoy en la revista "British Journal of Cancer".

El estudio, dirigido por Sarah Darby, de la Fundación para la Investigación contra el Cáncer en Oxford, ha hallado una relación directa entre el nivel de gas en las casas y la incidencia de la enfermedad.

El problema se incrementaba con el abaco, pero éste no influye en la proporción total de personas que cayeron enfermas por respirar este gas inodoro.

El estudio confirma lo que ya otros habían intuído en las minas de uranio en Checoslovaquia y Alemania del Este, donde los investigadores han dicho que el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón es 20 veces más alto tras la inhalación de este gas.

La investigación consistió en el análisis de los hogares de 982 personas, menores de 75 años, que habían desarrollado cáncer de pulmón yque habían vivido en la misma casa durante al menos 30 años.

Un detector del gas estuvo en el dormitorio y en el salón durante 6 meses, midiendo los niveles totales y extrapolándolo a cuánto radón habían respirado estas personas a lo largo de sus vidas.

Gerry Kendall, responsable de la Junta Nacional de Protección Radiológica del Reino Unido, admitió unos niveles de radón por encima de lo recomendable en 100.000 hogares británicos. Para el control de estos niveles existe un aparato que cuesta una 250.000 pesetas.