Según informaron a Servimedia fuentes de la dirección nacional, Rajoy y Acebes parecen inclinarse por Echániz como candidato tras haber analizado detenidamente la situación que atraviesa el partido en la región y estudiar el resto de las alternativas.

Echániz posee el respaldo expreso de Luis de Grandes, el que fuera portavoz parlamentario en el Congreso la pasada legislatura y que actualmente es eurodiputado en Bruselas. Además, está muy bien considerado en los círculos de confianza de destacados dirigentes como Eduardo Zaplana, Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre.

Además, cuenta con un perfil político que la dirección nacional considera adecuado: ha sido concejal del Ayuntamiento de Guadalajara y diputado regional en las Cortes de Castilla-La Mancha. Pero uno de los datos que más gusta es que tiene experiencia de gobierno, ya que fue consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid entre 1991 y 1996 en los gobiernos de Ruiz-Gallardón.

El nombre de Alejandro Ballestero, también diputado y actual vicesecretario de Organización del PP de Castilla-La Mancha, parece totalmente descartado tras la renuncia de Molina y las reticencias de la dirección nacional hacia Ballestero.

Un alto cargo popular, responsable de la elaboración de las candidaturas electorales, señaló a Servimedia que Ballestero no posee el perfil adecuado para ser el candidato del PP en las elecciones y competir por el gobierno autonómico con el socialista José María Barreda.

La dirección nacional del PP tiene previsto tomar una decisión definitiva en los próximos días sobre el candidato a las elecciones autonómicas, una vez que tanto Rajoy como Acebes tienen asimilado que Molina volverá a presentarse, como era su deseo, a la reelección como alcalde de Toledo.

La candidatura de Ballestero también ha perdido fuelle después del almuerzo que Molina mantuvo el pasado jueves con los cinco presidentes provinciales del PP de Castilla-La Mancha. Tras anunciarles que no será el candidato a la Junta, Molina propuso como alternativa a Ballestero, consciente del rechazo de Madrid, para tratar de conseguir que fueron ellos quienes presionaran a la dirección nacional.

La idea sólo obtuvo el respaldo de la presidenta del PP de Toledo, Natalia Tutor, amiga personal del propio Ballestero. El presidente del PP de Guadalajara, Antonio Román, señaló que ese no era el momento ni el sitio oportuno para hablar de candidatos, lo que compartieron el resto de los asistentes.

MUCHAS REUNIONES PARA ESTA SEMANA

El secretario general del PP, Ángel Acebes, viene manteniendo un contacto permanente con los presidentes provinciales desde hace muchos meses sobre este asunto. Sin embargo, tiene previsto citarles en los próximos días a una reunión en Madrid para conocer personalmente sus preferencias.

Acebes ha recibido también una carta de un grupo de alcaldes del PP en Castilla-La Mancha en la que le solicitan una reunión y le instan expresamente a tener en cuenta la opinión de los principales cargos públicos con los que el partido cuenta en la región.

El secretario general del PP lleva las riendas del proceso de elección de candidato para Castilla-La Mancha desde hace varios meses. Rajoy ha estado informado puntualmente durante todo este tiempo pero no ha entrado en escena hasta el pasado 16 de marzo, cuando mantuvo una reunión con José Manuel Molina en la que éste comunicó su decisión de no presentarse a las elecciones autonómicas.

Rajoy, que ya conocía de antemano los deseos de Molina, reaccionó con enfado y trató de obligar al presidente regional del PP a que se presentase a la Junta en los comicios del próximo año. El tono de la conversación fue en aumento pero el líder de los populares no consiguió convencer a Molina y ambos acabaron aplazando cualquier decisión hasta después de Semana Santa.

A partir de mañana lunes comenzarán de nuevo las reuniones y las conversaciones para elegir al candidato, que, según ha manifestado a Servimedia un alto cargo del partido, se decidirá "en breve" y se hará público "en los próximos quince días" para tratar de poner fin a la crisis interna que padece el partido.