RAJOY ACUERDA CON SUS BARONES PEDIR UNA REUNION DE LA CONFERENCIA DE PRESIDENTES POR EL ESTATUTO
- También quiere que el Consejo de Política Fiscal estudie el sistema de financiación que propone el Estatuto catalán
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El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, acordó hoy con sus presidentes autonómicos y regionales solicitar una convocatoria extraordinaria de la Conferencia de Presidentes y del Consejo de Política Fiscal y Financiera para analizar las consecuencias del nuevo Estatuto de Cataluña, según informaron a Servimedia fuentes de la dirección nacional del PP.
Rajoy mantuvo con estos dirigentes un almuerzo de más de dos horas en un restaurante cercano a la sede nacional del PP en el que se estudiaron las consecuencias que puede tener la reforma estatutaria aprobada en Cataluña y se acordó, con "unidad absoluta", la estrategia a desarrollar por el principal partido de la oposición.
En la comida, a la que también asistieron el secretario general del PP, Angel Acebes, y la secretaria ejecutiva de Política Autonómica, Soraya Sáenz de Santamaría, los "barones" populares instaron a Rajoy a tomar la iniciativa y adoptar las medidas necesarias para impedir que el nuevo Estatuto catalán llegue a entrar en vigor.
La primera medida que piensa adoptar Mariano Rajoy es la solicitud de una reunión extraordinaria de la Conferencia de Presidentes en la que se aborde al detalle la reforma estatutaria planteada por Cataluña dadas las repercusiones de toda clase que, en su opinión, puede generar sobre el resto de España.
La segunda gran decisión del líder de los populares será exigir al Gobierno que convoque al Consejo de Política Fiscal y Financiera para que los consejeros de Economía y Hacienda de todas las comunidades estudien junto al Ejecutivo la viabilidad del modelo económico que establece el Estatuto catalán y cómo éste afectaría al resto de las comunidades autónomas.
OPOSICION EN LAS CORTES GENERALES
Uno por uno, los presidentes de comunidades autónomas y líderes regionales del PP coincidieron en los "numerosos elementos de inconstitucionalidad" del texto aprobado en el Parlamento de Cataluña y defendieron que el partido debe oponerse a la reforma en cada uno de los trámites que ahora debe seguir en las Cortes Generales.
Asimismo, todos ellos interpretaron que el rechazo mayoritario que las encuestas demuestran hacia el Estatuto catalán es una prueba inequívoca de que "el Partido Popular es la única garantía" para hacer frente a esta cuestión y de que "la mayoría de la sociedad quiere que Rajoy arregle este problema".
Los "barones" del PP recomendaron al presidente nacional del partido que dé la batalla política con este tema puesto que, junto a la trascendencia que supone para el futuro del país, ofrece una oportunidad de demostrar las debilidades del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante sus socios parlamentarios.
Rajoy expuso a sus dirigentes territoriales la posición que viene defendiendo desde el mismo momento en que se aprobó el nuevo Estatuto en la Cámara autonómica catalana y reiteró su compromiso de defender la unidad de España, la solidaridad entre regiones y la igualdad de todos los ciudadanos independientemente de su lugar de residencia.
El presidente del PP catalán, Josep Piqué, incidió en la necesidad de explicar que el Estatuto es "tan malo para España como para Cataluña", de manera que los ciudadanos de esta comunidad no interpreten el rechazo al Estatuto del principal partido de la oposición como un ataque a esta región y a su capacidad de autogobierno.
A modo de ejemplo, Piqué explicó a los asistentes que el Estatuto catalán es como si Alemania pidiera modificar unilateralmente la legislación de la Unión Europea con vistas a salirse de ella, ya que el continente perdería a uno de sus principales motores económicos mientras que el país germano encontraría serias dificultades a partir de entonces para exportar sus productos a los otros veinticuatro países de la UE.
Según afirmaron a Servimedia las mismas fuentes, en la reunión no se abordó la posibilidad de acudir al Tribunal Constitucional para tratar de paralizar la reforma ni tampoco llegó a plantearse que los parlamentos autonómicos detengan la tramitación de otras modificaciones estutarias hasta ver cómo acaba la catalana.
(SERVIMEDIA)
10 Oct 2005
PAI