Después de asistir a la entrega de premios de la Fundación Miguel Ángel Blanco en la sede de la Comunidad de Madrid, Rajoy declaró a un grupo de periodistas que el Partido Popular "quiere trabajar para que la crisis económica se acabe".

"Ahora se necesita que todos -el Gobierno, la oposición, los sindicatos y las organizaciones empresariales- arrimemos el hombro y hagamos todo lo posible para salir de la crisis. Pero esto exige por parte del Gobierno que reconozca lo que está pasando y que esté dispuesto a tomar medidas", dijo.

Rajoy se mostró preocupado no sólo por el incremento de la inflación, sino también por la destrucción de empleo y por los problemas de muchas familias españolas para pagar las hipotecas.

Explicó que, "si el Gobierno quiere hablar", el PP está dispuesto a contribuir a que "se acabe" la crisis económica y a que el bienestar y el progreso vuelvan a España, porque la actual situación "está haciendo muchísimo daño a los españoles".