Rato recordó que "en este momento, ninguno de los países de la UE, y mucho menos de los países euro, han revisado su cuadro macroeconómico".

De hecho, añadió en RNE, "nuestra economía esta creciendo probablemente un punto por encima de la europea, además de manera equilibrada, con una inflación que no se está disparando, y lo está haciendo en un momento en que el déficit público ha caído un 50% en términos de caja este año respecto l año pasado". "Por tanto, con estas cifras en la mano no es lógico querer alarmar a la opinión pública".

No obstante, el vicepresidente admitió que si no se soluciona la situación financiera internacional, puede acabar afectando a España. Los efectos nos llegarían a través del comercio mundial y ya se han hecho notar en las ventas españolas a Asia, que han caído.

También podría reflejarse, agregó, en que los países que han tenido que devaluar ganen competitividad con precios más baratos y logrencolocar sus productos más fácilmente en España y en sus socios principales, Europa, al tiempo que nos compran menos por su situación recesiva.

Por tanto, pidió a los agentes sociales y económicos que saquen como primera consecuencia de lo que está sucediendo que España es capaz de crecer tanto en momentos de bonanza como de crisis, pero que no se debe descuidar la competitividad, lo que exige al Gobierno seguir reduciendo el déficit y a las empresas y trabajadores tener cuidado al fijar precios, márgees y salarios.