La querella se basaba en unas declaraciones pronunciadas por Idígoras durante un acto convocado en 1992 por HB en San Sebastián contra la Fiesta Nacional de España y la conmemoración del Quinto Centenario del descubrimiento de América y en apoyo de ETA, en el que justificó la violencia de la banda terrorista, entre otras manifestaciones.

En un auto hecho público hoy, del que fue ponente el presiente de la Sala, Enrique Ruiz Vadillo, el tribunal destaca el "valor absolutamente prioritario que, en principio", tienen las libertades de expresión e información en una sociedad democrática ya que "la democracia necesita para vivir aires de libertad y, sobre todo, de libertad de expresión y de información".

Indica que "sólo una sociedad en condiciones de recibir una información plural puede afirmar que vive en democracia" y señala que aunque la información debe de ser veraz "la opinión es, en princiio, libre".

No obstante, matiza que "no todo está permitido" y que esos derechos son limitables, pero precisa que cuando quienes utilizan la palabra son políticos "el margen de esas libertades se ensancha, como sucede con quienes tienen como profesión, precisamente, la de informar a la ciudadanía".

Por ello, concluye que con independencia del juicio que cada uno le puedan merecer las expresiones de Idígoras y el rechazo que pueden provocar, "y teniendo en cuenta que en democracia unos determinado valores han de ser aplicados con generosidad a todos, resulta procedente el sobreseimiento provisional".