La influencia de Napoleón en París es una mezcla de poder, arte y arquitectura, que sigue resonando en cada rincón de esta magnífica ciudad y muchas son de las imprescindibles para visitar en París.

El Arco del Triunfo, un monumento a la gloria militar, es uno de los símbolos más icónicos de París. El Arco del Triunfo se erige en la plaza Charles de Gaulle. Ordenado por Napoleón tras su victoria en Austerlitz en 1805, este monumento no es solo un tributo a las victorias militares francesas, sino también un homenaje a la valentía y el sacrifico de los soldados franceses. La magnificencia del Arco habla de la visión de grandeza y el legado duradero de Napoleón.

El Museo del Louvre, una joya en el corazón de París, debe mucho de su esplendor actual a Napoleón. Transformó esta antigua fortaleza en un museo que alberga algunas de las obras de arte más exquisitas del mundo. La expansión y renovación del Louvre bajo su mandato reflejan el deseo de Napoleón de hacer de París el centro cultural del mundo.

El Palacio de las Tullerías, aunque ya no existe, fue en su momento un símbolo del poder y la magnificencia de Napoleón en París. Los Jardines de las Tullerías, que se extienden desde el Louvre hasta la Plaza de la Concordia, continúan siendo un lugar de esparcimiento y belleza, reflejando el gusto refinado y la visión urbanística de Napoleón.

La Columna Vendôme, ubicada en la plaza del mismo nombre, es otra obra emblemática del legado napoleónico en París. Esta columna, inspirada en la Columna de Trajano en Roma, está revestida con placas de bronce fundidas a partir de cañones capturados en la Batalla de Austerlitz, simbolizando el poderío y la victoria militar de Napoleón.

Napoleón también dejó su huella en la infraestructura urbana de París. Bajo su mandato, se construyeron varios puentes, incluyendo el famoso Puente de las Artes. Estas estructuras no solo eran necesarias para el desarrollo de la ciudad, sino que también reflejaban el deseo de Napoleón de embellecer París y hacerla más accesible para todos sus habitantes.

El impacto de Napoleón en el ámbito educativo es igualmente significativo. Fundó la Universidad de Francia, reorganizando el sistema educativo y promoviendo el conocimiento y la investigación. Este legado educativo es un pilar fundamental en la historia de París y de Francia.

Más allá de lo arquitectónico y cultural, Napoleón dejó un legado jurídico duradero con la creación del Código Civil de los Franceses, conocido como el Código Napoleónico. Este cuerpo de leyes racionalizó y modernizó el sistema legal francés y ha influenciado los sistemas jurídicos de numerosos países.