Según informó este lunes la Policía, la pieza fue identificada en agosto del pasado año por Djamila Fellague, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Grenoble (Francia) y experta en arquitectura y escultura funeraria, quien alertó a la Brigada de Patrimonio Histórico.

Los investigadores verificaron que la estela, de unos 18 centímetros de alto por 15 de ancho, figuraba en la base de datos de Interpol (Psyche) como objeto robado tras la denuncia presentada por las autoridades búlgaras.

Las pesquisas permitieron determinar que la pieza había sido adquirida en 2020 por su actual propietario y que procedía de una colección particular que estuvo expuesta en el Museo Bíblico y Oriental de León desde 2010.

COLABORACIÓN INTERNACIONAL

La investigación reveló que el museo leonés cerró sus puertas en 2016 tras el fallecimiento de su principal mecenas. El entonces director confirmó que la mayoría de los objetos expuestos pertenecían a un coleccionista francés fallecido en 2023.

Gracias a la colaboración de las autoridades de los Países Bajos, donde tiene su sede el portal de subastas, se localizó al actual propietario, quien entregó voluntariamente la pieza al desconocer su origen ilícito.

La estela ha sido finalmente devuelta a las autoridades búlgaras en un acto celebrado en su embajada en España, regresando así a su país de origen casi tres décadas después de su sustracción.

VALIOSA PIEZA ARQUEOLÓGICA

La estela funeraria, datada en el siglo II d.C., constituye un importante testimonio de la cultura romana en territorio búlgaro y representa a un jinete tracio, motivo característico del arte funerario de la época en esa región.

La Policía subrayó que el hallazgo pone de manifiesto la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, así como el papel fundamental de los expertos en la identificación de piezas robadas.

Las autoridades destacan que este tipo de recuperaciones ayudan a preservar el patrimonio histórico y cultural de los pueblos, permitiendo que vuelvan a sus lugares de origen piezas que fueron sustraídas de forma ilegal.

La devolución de la estela supone un importante éxito en la protección del patrimonio histórico y refuerza los lazos de colaboración entre España y Bulgaria en materia de seguridad cultural.