El presidente del Sindicato Central de Regantes, José Joaquín García Yelo, explicó que "si no viene el agua se producirá una auténtica catástrofe, se perderán 50.000 hectáreas de frutales e incluso peligran los arrozales de Calasparra".

García Yelo respondió hoy al presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía, Greorio Villamil, que ayer declaró en Guadalajara que los regantes murcianos "recurrirán a la fuerza, o sea, a la ley del oeste si el Consejo de Ministros permite un nuevo trasvase de agua del Tajo a la Cuenca del Segura" y que entablarían la guerra por su cuenta, ya que, a su entender, "la petición del trasvase es ilógica y chistosa, porque no hay excedentes".

El presidente de los regantes del Segura dijo que las declaraciones del representante de sus vecinos castellano- manchegos "pretenden confundir ala opinión pública". "Los ribereños necesitan el agua para recreo, para usos lúdicos y urbanizaciones", añadió, por lo que indicó que "nosotros también tenemos motivos para tensar nuestra postura y utilizar la fuerza".

Por su parte, el consejero de Agricultura de la Comunidad de Murcia, Antonio León, señaló que "nosotros no tenemos la ley del oeste, sino la Ley de Aguas, y con ella en la mano podemos afirmar que hay excedentes de 240 hectómetros cúbicos de agua en la cabecera del Tajo. No hay que hace caso a declaraciones como la de Villamil, ya que son una provocación y seguirán repitiéndose en los próximos días".