Doña Letizia se enfundó el chaleco rojo de la cooperación española, se calzó las botas para poder andar por suburbios y selvas y habló, escuchó y sonrió a todas las personas, sobre todo mujeres y niños que se ha encontrado en su periplo colombiano para conocer la labor que la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (Aecid) realiza allí desde hace tres decenios.

Acompañada de la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Pilar Cancela, la Reina visitó algunos de los 57 proyectos en activo que tiene la cooperación española, en colaboración con más de 34 ONGD, en Colombia, como el del barrio de Vistahermosa cuyos vecinos aún no se creen que dentro de sus casas haya ahora un grifo por el que sale agua, un sanitario e incluso una ducha.

"Dejar de acarrear agua todos los días es una bendición para todos. Ya podré trabajar sin tener que perder dos o tres horas al día llenando los bidones con el agua", relató a Servimedia Heidi, una de las 6.500 vecinas beneficiadas por el programa de la Aecid, en colaboración con Aguas de Cartagena, que aplaudió la llegada de doña Letizia.

El responsable del programa de agua de la Aecid, Borja Serrador, explicó a los medios que han viajado con la Reina el proyecto de abastecimiento de este suburbio de Cartagena de Indias. "Ahora todo ha cambiado. Al principio los habitantes de esta zona lo vieron como un milagro, tener un grifo en casa y que saliera agua sin tener que acarrearla, pero es mucho más. Las personas lanzaban sus heces a la calle, al lado de la casa del vecino, y había muchos altercados y peleas. Ahora, con los acueductos y alcantarillados se ha pacificado la zona. Además, se ha logrado que tengan su derecho humano al agua potable”.

Doña Letizia habló con muchos habitantes de este deprimido barrio y junto a la primera dama colombiana, Verónica Alcocer, recorrieron sus calles sin asfaltar, llenas de barro por las últimas lluvias. Para Villahermosa era un día “histórico”, como resumió la directora del colegio Metropolitano, Orfelina Narváez, que intentaba calmar a los niños, que estaban muy nerviosos por la visita de la Reina de España y la primera dama de su país. Ante ambas bailaron una canción, a ritmo de 'break dance', que pedía ser responsable con el agua, "porque el agua es vida y hay que cuidarla".

CAFETAL

La otra cita de la Reina fue la visita a una finca cafetera situada en el municipio de Yotoco, en el Valle del Cauca en la que ahora 134 excombatientes (92 hombres y 42 mujeres) han cambiado el fusil por la azada. La finca es de la Cooperativa Ecomún y el café que producen se llama 'Esperanza'.

Las tierras en las que trabajan estas personas que buscan una nueva vida eran de un narcotraficante, terrenos que fueron expropiados por el Gobierno y puestos a disposición de este proyecto de reinserción social y laboral, en el que participa España con una aportación de 500.000 euros.

Los excombatientes, que están amenazados de muerte por excompañeros, tienen mucho miedo, pero también fe en el futuro. Le explicaron a la Reina que "estamos esperanzados con esta nueva oportunidad vital", que les permitirá ver crecer a sus hijos "sin violencia". Los niños, que estaban nerviosos por la visita real, jugaban en un parque con columpios y toboganes, pendientes de todo.

Doña Letizia se acercó a ello y les preguntó que por qué no estaban en el cole y ellos la dijeron que "hoy no tenemos" porque era un día importante para el valle. A estos niños se les denominan "los hijos de la paz" y son una esperanza para que los acuerdos de alto el fuego en Colombia sean una realidad permanente.

120 MILLONES DE EUROS

España invierte en programas de cooperación en Colombia 120 millones de euros y uno de los primeros que impulsó fue el de la Escuela Taller de Cartagena de Indias, creada en 1992 con el objetivo de contribuir a la formación para el trabajo y la generación de oportunidades para jóvenes en riesgo de exclusión social en oficios tradicionales.

Desde entonces, más de 7.500 jóvenes se han formado en actividades relacionados con el patrimonio cultural, mejorando sus posibilidades de empleabilidad y participando en proyectos que redundan directamente en beneficio de sus comunidades.

Mary Flores es una adolescente colombiana que asiste a esta escuela taller y sueña con ser la primera carpintera jefa que salga de allí. "Es mi sueño y creo que lo voy a conseguir. Pero aquí ,además de carpintería, jardinería o cocina también nos enseñan lo que es la lealtad, el respeto, el amor. Somos una familia y entre todos luchamos por conseguir un futuro en el que seamos felices", narró a Servimedia.