Los decretos aprobados hoy y que desarrollan la Ley de Calidad son, según dijo Chacón en los pasillos del Congreso, "una nueva imposición" del Gobierno justo cuando comienzan las vacaciones escolares.

Pese a hablar continuamente de reformas, denunció la portavoz socialista, el Gobierno no ha puesto en las aulas a ningún maestro más, no ha dado a los alumnos una sola hora más de clase, ni ha presupuestado un euro más para aumentar la calidad del sistema educativo.

Lo que sí hay con ests reformas, sentenció, "es segregación temprana de los alumnos con problemas, discriminación de la escuela pública, y más dificultades de acceso a la Universidad y, sobre todo, una decisión que los ciudadanos no entenderán porque nos retrotrae, y es que la nota de religión pueda determinar si un alumno entra o no en la Facultad de Medicina o de Ingeniería".