Así lo explicaron en la presentación del proyecto la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez; la ministra de Transportes, Movilidad, Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y algunos miembros del proyecto ganador como Ben Van Berkel (UNStudio), Fermín Vázquez (b720) y Carlos García (Esteyco).

Domínguez, que calificó el proyecto como el “mayor concurso de arquitectura e ingeniería de nuestro país en décadas”, señaló que buscan “duplicar la capacidad de la estación” con una nueva terminal en el extremo norte de la estación y que resultará en un total de 31 vías, 18 de las cuales serán para trenes de alta velocidad. En una primera actuación, se lograrán tener 25 vías, 12 para Alta Velocidad.

Además de aumentar la capacidad ferroviaria, , Domínguez subrayó la necesidad de gestionar los tráficos de pasajeros, para lo cual se duplicarán los espacios de los vestíbulos a través de una construcción de un segundo piso que elevará, a su vez, los arcos originales de la estación y las nuevas cubiertas. En total, se prevé que 150.000 pasajeros diarios pasen por la estación cada día.

Asimismo, la remodelación de los dos túneles de trenes de Cercanías que cruzan Madrid (Recoletos y Sol) hará posible que se pueda llegar “de cualquier origen a cualquier destino”.

La presidenta de ADIF explicó que, además de la funcionalidad, buscaban acertar con la imagen, algo que creen que han conseguido después de que el fallo del jurado “multidisciplinar” haya sido por “unanimidad”.

En este sentido, resaltó que las nueve propuestas que recibieron eran muy diferentes entre sí, pues algunas respetaban más el proyecto original y otras eran completamente innovadoras; algunas tenían defendías cubiertas de madera, otras presentaban vestíbulos cerrados. “El trabajo de estos seis meses ha sido muy intenso, pero tras haber cualificado la obra como proyecto internacional, hemos conseguido el resultado”, apuntó.

Asimismo, indicó que otro elemento de importancia era la “flexibilidad” del proyecto, ya que su propia dimensión hacía necesario ir avanzando en distintas fases impactando lo mínimo posible en el funcionamiento normal de la estación. “Ha sido un elemento determinante a la hora de realizar esta propuesta”, dijo.

Por otro lado, puso en valor los valores de sostenibilidad medioambiental, social y económica en un proyecto que contará con “accesibilidad universal” y “diseño de arquitectura de género” al mismo tiempo que se buscaba “una imagen representativa”, de tal manera que un ciudadano identifique en cualquiera de las fachadas que está llegando a una estación.

También resaltó que para este diseño han contado con la participación de asociaciones y plataformas ciudadanas para contribuir a diseñar la evolución de una estación que la ciudad “había engullido” y que necesitaba “una solución integral”. Domínguez, a su vez, agradeció a Crea Madrid Nuevo Norte su trabajo.

UN ‘HUB’ URBANO

El arquitecto neerlandés, Ben van Berkel, destacó que el proyecto iba más allá de ser el diseño de una nueva estación ya que era un “nuevo ‘hub’ urbano que hay que desarrollar “para estimular el transporte público” y que forma parte de “nuevo tipo de ciudad”.

Van Berkel, que ha participado de diseños como el puente Erasmus en Rotterdam, destacó que en muchas ciudades europeas las estaciones de tren se encuentran en zonas menos concurridas donde el viajero “no se siente feliz”, mientras que en la nueva Chamartín “todo el mundo podrá verse” dado el concepto de estación abierta.

El arquitecto explicó que el anillo permitirá acceder a la estación desde los cuatro costados y poder ver los trenes, pero subrayó que lo más importante serán las actividades que desarrollen los propios ciudadanos que hagan posible que todas las personas se sientan “seguras”, gracias, en parte, también, a la integración con las zonas verdes de la ciudad.