Energía
Las renovables marcan un récord mundial de 740 gigavatios nuevos en 2024
- Pero las barreras comerciales, la incertidumbre del mercado y las brechas políticas frenan su progreso, según REN21
- La nueva capacidad supone menos de la mitad del objetivo de triplicar esas energías en 2030, acordado en la Cumbre del Clima de Dubái en 2023
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La nueva capacidad instalada de energías renovables marcó el año pasado un récord mundial con 740 gigavatios (GW), pero ello supone menos de la mitad de lo necesario para alcanzar el objetivo pactado en la Cumbre del Clima de Dubái en 2023 -conocida como COP28- de triplicar la penetración renovable en los sistemas energéticos en 2030.
Así se recoge en el ‘Informe global del estado de las energías renovables 2025’, publicado este martes por REN21, una red internacional de cientos de expertos de energía renovable que aglutina a gobiernos, ONG, asociaciones industriales, científicos y académicos.
El informe indica que, pese a que las energías renovables alcanzaron el año pasado cifras récord, su avance se está estancando por “políticas poco claras, crecientes restricciones comerciales y una volatilidad de mercado cada vez mayor, en un contexto de aumento de la demanda energética global”.
Solo la energía solar fotovoltaica progreso al ritmo necesario para cumplir el objetivo de triplicar la capacidad renovable en 2030, pues representa el 81% de la nuevos GW instalados, impulsados por la caída de los costes tecnológicos y la creciente demanda La solar en tejados creció un 22% en países en desarrollo, lo que reflejó una tendencia hacia sistemas energéticos descentralizados.
“Estamos desplegando energías renovables en cifras récord, pero no estamos construyendo los sistemas necesarios para una economía basada en renovables”, apuntó Rana Adib, directora ejecutiva de REN21.
MÁS DEMANDA
Por otro lado, la demanda energética mundial aumentó un 2,2% en 2024, principalmente en economías emergentes y China. El uso de electricidad creció un 4,3%, impulsado por la inteligencia artificial, la refrigeración y el transporte. El uso de combustibles fósiles también se incrementó, lo que provocó una subida de un 0,8% en las emisiones de CO2.
El informe indica que, pese al despliegue récord de energías renovables en 2024, la transformación del sistema energético se está estancando. Las proyecciones actuales indican un déficit de 6,2 teravatios, más que toda la capacidad renovable desplegada hasta ahora. Actualmente, solo la solar fotovoltaica está en camino de cumplir con su parte del objetivo.
Según REN21, es necesario “mirar más allá del sistema eléctrico” porque la calefacción y los combustibles representan más de tres cuartas partes del consumo final de energía, pero las renovables solo cubren un 5,7% de esta demanda y la electrificación en los sectores de uso final es lenta y desigual.
“Sin políticas coherentes, planificación coordinada e infraestructura resiliente -incluyendo redes y almacenamiento-, ni siquiera un despliegue récord podrá garantizar una transformación rápida y duradera. Las renovables deben ser consideradas infraestructura económica esencial: clave para la seguridad energética, la resiliencia y la prosperidad”, indicó Adib.
UNA TRANSICIÓN EN RIESGO
Durante 2024, varias economías importantes revirtieron o aplazaron medidas climáticas y energéticas sostenibles, desde la decisión de Nueva Zelanda de anular la prohibición de exploración de petróleo y gas en alta mar hasta el anuncio del Reino Unido retractándose de su plan para prohibir la venta de nuevas calderas de gas para 2035, pasando por la fuerte reducción del mandato de biocombustibles en Suecia.
Además, solo 13 países cumplieron con el plazo de febrero establecido por la ONU para presentar sus planes climáticos nacionales actualizados para el periodo 2025-2035, lo que, según REN21, refleja una tendencia de disminución de la ambición climática, provocada por dinámicas políticas cambiantes, presiones económicas y decisiones a corto plazo.
Al mismo tiempo, el número de medidas comerciales que afectan a las renovables y sus tecnologías asociadas pasó de 9 en 2015 a 212 en 2024, incluyendo 51 relacionadas con la solar fotovoltaica, 32 con la energía eólica y 51 con baterías. Aunque estas medidas pretenden fortalecer los mercados e industrias locales, también generan incertidumbre en la cadena de suministro y retrasan la implementación de proyectos en todo el mundo.
“PENSAMIENTO A CORTO PLAZO”
El informe subraya que las empresas petroleras y los bancos están retrocediendo en sus compromisos, y pausando inversiones vinculadas a la transición, lo que pone en duda la fiabilidad de las contribuciones voluntarias al cambio energético.
“Gobiernos, inversores y organizaciones deben actuar ya. El pensamiento a corto plazo no permitirá lograr los cambios sistémicos que desbloquearían todo el potencial de las energías renovables, y postergar la acción solo aumentará los riesgos y costos -climáticos, económicos y de seguridad-”, añadió Adib.
En 2024 se invirtieron 728.000 millones de dólares en renovables, pero los fondos siguen muy concentrados en unos pocos mercados, especialmente China, la UE y Estados Unidos.
Combinado con el aumento y la desigualdad del coste del capital -que suele ser el doble en los países de bajos ingresos en comparación con los desarrollados-, esto dificulta el escalamiento de las renovables en muchos países.
“La transición energética es una oportunidad para transformar las bases de nuestras economías. Las renovables son catalizadoras del cambio sistémico, pero solo si gobiernos, inversores y organizaciones se alinean con estrategias de largo plazo, en lugar de reaccionar a señales de corto plazo”, concluyó Ramón Méndez Galain, presidente de REN21.
(SERVIMEDIA)
24 Jun 2025
MGR/clc