Entre las propuestas que los renovadores elevarán a los órganos de dirección destaca la creacón de un código de conducta de los administradores públicos, con rango de ley, que "impermeabilice e imposibilite su acción en el mercado de influencias y comisiones".

El líder de la corriente, Nicolás Sartorius, apoyó la implantación del jurado en los procesos que juzguen casos de corrupción política, e insistió en que es preciso potenciar el papel del Tribunal de Cuentas como órgano auditor.

En el terreno económico, los renovadores de IU señalaron que, para converger con Europa, es necesario qu disminuya el paro, que en 1997 la inflación se reduzca al 4 por ciento, que el déficit público se sitúe en un 3 por ciento del PIB, y que la producción crezca un punto y medio por encima de la media de la CE.

Sartorius recalcó que, para cumplir estos objetivos, y ante la posibilidad de que el PSOE pierda la mayoría en las próximas elecciones generales, resulta imprescindible instaurar una nueva dirección política en España.

No obstante, aclaró que no son partidarios de un pacto de gobierno con e PSOE si este partido no cambia sus tesis económicas que, a su juicio, están basadas excesivamente en medidas monetarias.

Para los renovadores, el déficit exterior, la escasez de ahorro privado y público, la inflación estructural, la presencia de un sector publico poco inversor y la falta de competitividad de los sectores productivos son los principales problemas de la economía española.

MINORIAS DISCRIMINADAS

La diputada Cristina Almeida, miembro de la corriente renovadora, criticó la marginacón que sufren las minorías en las formaciones políticas, entre las que incluyó a Izquierda Unida.

Respecto al Tratado de Maastricht, Nueva Izquierda considera que es la única opción "consistente para dar un salto político cualitativo en la integración europea", aunque reconoce que algunos de sus contenidos "son muy discutibles".