En concreto, según informó la Conferencia Episcopal Española (CEE) , la entrega a las autoridades de este documento que rubricaron este miércoles los distintos representantes en la sede del Episcopado en Madrid tendrá lugar esta tarde a las 17.00 en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), a cargo de una delegación integrada por César García Magán, secretario general de la CEE; Carlos López Lozano, de la Iglesia Española Reformada Episcopal; y monseñor Timotei, metropolita de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Rumanía.

Este jueves, a las 9.00 horas, el secretario de la Comisión Islámica de España, Mohamed Ajana, y Andrey Kordochkin, de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Moscú, harán lo propio en el Ministerio de la Presidencia. Posteriormente, a las 11 de la mañana, la secretaria ejecutiva de la Federación de Entidades Evangélicas de España, Carolina Bueno, y el el metropolita de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado Ecuménico, monseñor Besarion, lo entregarán en el Congreso de los Diputados.

En la declaración, los firmantes ponen en valor "que la vida es un don de Dios para el conjunto de la creación y de la humanidad", "que la dignidad humana no depende de sus circunstancias vitales ni del consenso social, sino que es una cualidad intrínseca de todo ser humano, cuyos derechos han de ser respetados siempre" y "que toda vida humana, por tanto, en su inviolable dignidad, debe ser protegida desde el principio hasta el fin".

"Que el respeto a la dignidad de la vida de todo ser humano y sus derechos fundamentales, especialmente de los más débiles, son signos del progreso y la prosperidad de una sociedad y no puede considerarse que dicho respeto sea un retroceso o sea contrario a la libertad", puede leerse también en la declaración.

Este texto consensuado, indicaron, lo plantearon "desde el respeto a los representantes de los tres poderes del Estado español, Legislativo, Ejecutivo y Judicial" y el "reconocimiento a su legitimidad democrática" y "no poniendo en duda que trabajan en buena conciencia y de buena fe por el bien común", pero en él subrayaron que a pesar de que hay "conflictos de derechos" y que son "difíciles", "no pueden resolverse de forma enérgica con el sacrificio de uno de los derechos fundamentales afectados (en este caso, el derecho a la vida) haciendo prevalecer el otro".

"Como representantes pertenecientes a confesiones religiosas distintas pero unidos en la defensa de la vida, de la dignidad humana y de los derechos humanos -especialmente de los más vulnerables-, rogamos a nuestros fieles, a la sociedad en general y a la comunidad política, que reflexionen una vez más y asuman el compromiso de cooperar y trabajar juntos para que toda vida humana sea protegida y custodiada como un don de Dios, dotado de la más alta dignidad", aseguraron.