La reducción de la contaminación por los combustibles elaborados en esta factoría costará a Repsol 14.000 millones de pesetas, que serán invertidos en la construcción de una planta de desulfuración. La inversión será financiada mediante un crédito del Banco Europeo de Inversiones.

La nueva planta de desulfuración comenzará a funcionar durante el último trimestre de este año, aunque no estará a pleno rendimiento hasta el año 1999.

Según el director de Repsol en LaCoruña, con la nueva instalación las emisiones lanzadas a la atmósfera por la combustión de gasóleos producidas en esta refinería se adecuarán a las directrices obligadas por la Unión Europea.

La refinería de Repsol lleva diez años funcionando en las afueras de La Coruña y tiene capacidad para procesar unos 6 millones de toneladas anuales de crudo.