Antes de irse a pique, los tripulantes del pesquero pudieron pedir ayuda por radio y lanzar bengalas señalizadoras de su posición, tras lo cual se lanzaron al mar en balsas salvavidas.

Las llamadas fueron captadas por varos barcos que faenaban en la zona y los diez tripulantes fueron rescatados minutos después del naufragio por el pesquero "Manuel Tais", que regresa en estos momentos hacia su puerto base, Cariño.

El pesquero siniestrado era propiedad de José Vicente Dios, que participaba en las faenas de pesca de palometa cuando ocurrió el accidente y que fue rescatado con los demás tripulantes.