El dato del segundo trimestre representó un descenso de 0,79 días respecto a los tres meses anteriores, y se redujo en 0,44 días respecto al año anterior. Los retrasos en los pagos supusieron un coste directo de más de 2.750 millones de euros para el conjunto del tejido empresarial español.

Informa D&B realizó su estudio sobre facturas que ascienden a 18.320 millones de euros. De la suma de los importes de las facturas computadas, el 32% del total se paga dentro del plazo y el 66% con un retraso de hasta 30 días.

La proporción de pagos puntuales también mejoró en este segundo trimestre, 1,11 puntos porcentuales respecto al anterior, hasta el 45,28%. Los pagos a más de 60 días alcanzaron el 6%, con un descenso de 0,35 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Por sectores, en la Administración se tardó 27,4 días, 0,31 días menos que hace un año. En la Hostelería, el retraso fue de 22,77 días, seguido de los 22,19 días que se tarda en el Transporte, y de los 19,54 días de la Agricultura.

Frente a estos sectores, otros se situaron por debajo de la media nacional de 14,86 días. Entre ellos estuvo la Construcción y actividades inmobiliarias, con 14,32 días; el Comercio, con 13,64 días; Comunicaciones, con 13,62 días; Industrias extractivas, con 13,48 días; e Industria, con 11,01 días.

Por comunidades autónomas, el retraso medio de pagos aumentó en Aragón, Baleares, Cataluña, La Rioja y Melilla, hasta los 24,87 días. La única comunidad que se situó por debajo de los diez días fue Navarra, con 9,50 días. En el segundo trimestre de 2025, seis comunidades superaron el 50% de pagos puntuales, con Castilla y León a la cabeza y un 52,4%.

En función del tamaño de las empresas, el 50% de los pagos de las microempresas y el 47% de las pequeñas cumplieron con los plazos pactados, frente al 30% de las medianas y el 15% de las grandes empresas en el segundo trimestre del año. Sin embargo, la mayor parte de las medianas y grandes pagaron con un retraso de hasta 30 días, 64% y 79% respectivamente, frente al 38% y el 46% de las micro y pequeñas empresas.

Las pequeñas empresas tuvieron una media de retraso sobre los plazos pactados de 12,32 días, con un ligero incremento de 0,07 días en un año. Las medianas tuvieron una demora de 12,63 días, 0,62 días menos que en el segundo trimestre de 2024. Las grandes llegaron a 14,24 días, con un recorte de un día. Las microempresas tuvieron la mayor demora, de 17,56 días, aunque con una reducción de 0,86 días.