La infanta recuerda que, en repetidas ocasiones, los monarcas han manifestado públicamente sus deseos de que sus hijos puedan elegir líbremente, con sus propios criterios personales, a la persona que reúna las condiciones para hacerles felices.

Preguntada por su impresión sobre todo lo que se está diciendo y escribiendo respecto a las relaciones sentimentales de su hrmano, el príncipe Felipe, declara que no puede pronunciarse sobre la materia, "porque la vida sentimental del príncipe y su futuro es un asunto muy personal suyo".

Acerca de su aparición en las páginas de revistas y periódicos, asegura entender que los periodistas hagan su trabajo, "y al mismo tiempo creo que el hecho de llevar una vida normal es algo natural y no ha de tener forzosamente interpretaciones que no son del todo ciertas".

"Ser infanta condiciona la vida", reconoce en la entrevista, pero la mayoría de las veces es de forma positiva, porque poca gente tiene la suerte de vivir tan de cerca los importantes acontecimientos mundiales y conocer a personas admirables de todo el mundo".

En otro momento señala que "nuestras obligaciones como miembros de la familia real son uno de los capítulos de nuestra educación en que los Reyes han puesto mayor empeño, y el interés por los demás y el deseo de ser útiles es en nosostros algo natural que se realiza sin esfuerzo".

Fruto de esa formacón, asegura que, a pesar de su talante habitualmente extrovertido, procura sopesar las cosas antes de hacerlas, "sobre todo pensando en la gente que nos rodea y se interesa por nosotros".