Energía
Reynés aboga por retrasar el cierre de Almaraz a 2030 y revisar todo el calendario nuclear
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El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, pidió este lunes ampliar la vida útil de Almaraz hasta 2030 para poder analizar hasta esa fecha el futuro de toda la planta nuclear española.
Así se expresó Reynés en su intervención en el evento World in Progress, organizado por Prisa en Barcelona, donde advirtió de que, en relación con el calendario de cierre nuclear, “lo único que es irreversible es el cierre de Almaraz”.
Por ello, abogó por retrasar de momento su cierre a 2030 para contar con tiempo para revisar todos los aspectos vinculados con el calendario acordado por Enresa y las compañías propietarias de las centrales en 2019.
A este respecto, apuntó que la energía nuclear tiene las ventajas de que tiene un coste de generación estable y que no emite CO2 pero el inconveniente de los residuos, que según apuntó, “duran bastante más que nosotros”.
En cuanto al calendario de cierre, señaló que se firmó “teniendo en cuenta una planificación con una curva energética que permitiría que fuera factible y que se garantizara la seguridad de suministro”.
Sin embargo, apuntó que desde ese momento “han pasado muchas cosas” por lo que considera que “lo lógico es revisarlo” ya que además de los sucesos imprevistos ahora podemos prever cosas a corto plazo que en 2019 eran a largo plazo. “Volvamos a hacer los números porque las cosas que han pasado por medio nos pueden hacer cambiar de opinión”, concluyó.
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, pidió este lunes ampliar la vida útil de Almaraz hasta 2030 para poder analizar hasta esa fecha el futuro de toda la planta nuclear española. Así se expresó Reynés en su intervención en el evento World in Progress, organizado por Prisa en Barcelona, donde advirtió de que, en relación con el calendario de cierre nuclear, “lo único que es irreversible es el cierre de Almaraz”.
Por ello, abogó por retrasar de momento su cierre a 2030 para contar con tiempo para revisar todos los aspectos vinculados con el calendario acordado por Enresa y las compañías propietarias de las centrales en 2019.
A este respecto, apuntó que la energía nuclear tiene las ventajas de que tiene un coste de generación estable y que no emite CO2 pero el inconveniente de los residuos, que según apuntó, “duran bastante más que nosotros”.
En cuanto al calendario de cierre, señaló que se firmó “teniendo en cuenta una planificación con una curva energética que permitiría que fuera factible y que se garantizara la seguridad de suministro”.
Sin embargo, apuntó que desde ese momento “han pasado muchas cosas” por lo que considera que “lo lógico es revisarlo” ya que además de los sucesos imprevistos ahora podemos prever cosas a corto plazo que en 2019 eran a largo plazo. “Volvamos a hacer los números porque las cosas que han pasado por medio nos pueden hacer cambiar de opinión”, concluyó.
(SERVIMEDIA)
20 Oct 2025
JBM/gja


