Ribera hizo estas consideraciones a los periodistas tras participar en el Ayuntamiento de Málaga en un acto del 20º aniversario del Centro de Cooperación del Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

“Esas declaraciones de esos responsables tienen mucho de político en este momento. Ni siquiera se han aprobado todavía los planes hidrológicos y no ha habido ninguna cosa que pueda ser susceptible de ser recurrida o de generar una alarma, como la que están intentando transmitir”, indicó.

Ribera comentó que su departamento trabaja en una nueva planificación del ciclo del agua y espera que los planes hidrológicos de cuenca, que se encuentran en la última fase de evaluación de impacto ambiental, puedan estar “culminados y aprobados en este otoño”.

Subrayó que lo que más ha preocupado a los agricultores son las consecuencias de cumplir la normativa europea que obliga a España a fijar caudales ecológicos en las cuencas hidrográficas, como el Tajo.

“El río más grande de la Península Ibérica no tenía fijado un caudal ecológico y hemos sido condenados reiteradamente por ello. Sabemos, obviamente, que el agua, que se comporta de una manera distinta a la tradicional como consecuencia del cambio climático, nos exige estar preparados para episodios de sequía y para episodios de lluvias torrenciales”, añadió.

Ribera recalcó que ello “obliga” a planificar el ciclo del agua “de una manera diferente” y a “reforzar inversiones” que garanticen que el agua desalada y reciclada pueda llegar “de forma eficiente a todos los rincones, sobre todo, evidentemente, en las pequeñas explotaciones agrarias”.

“Hemos desarrollado un trabajo de escucha atenta y de integración muy importante a lo largo de estos años. Nos hemos comprometido a una inversión en infraestructuras con arreglo a estos principios, de hecho, la mayor de la historia de España, 8.000 millones de euros en agua en el próximo ciclo hidrológico 2022-26”, apostilló.

Por último, Ribera indicó que el Gobierno cumplirá con la normativa europea asegurando el agua de boca para la población. “Vamos a garantizar que estos escenarios hídricos, que son complicados, cuenten con una respuesta que se construya con suficiente anticipación para que no nos encontremos con situaciones tensas donde el problema real sea directamente que no haya agua disponible”, concluyó.