Así lo manifestó Margarita Robles durante su visita a la fragata ‘Méndez Núñez’, que partía el pasado 25 de abril de Ferrol para integrarse en el Grupo de Combate británico del portaaviones ‘Prince of Wales’ para el despliegue ‘Highmast’.

La fragata ‘Méndez Núñez’ se encuentra inmersa en un operativo en el que estará navegando 168 días y recorrerá 23.000 millas. En este ejercicio, los 210 integrantes de la dotación tienen la responsabilidad de demostrar “las magníficas capacidades de la Armada española en un ámbito tan importante, a día de hoy, como es la defensa antiaérea”.

Esa es la misión en la que España participa para mejorar las herramientas y protocolos, operar de forma sostenida e integrada en una fuerza conjunta multinacional, contribuir a la seguridad de las naciones participantes y demostrar el compromiso español y del resto de integrantes con el Indo-Pacífico.

Robles transmitió su cariño y agradecimiento a la dotación, a quienes dijo que “son la esencia de cualquier misión porque, al final, la tecnología o las mejoras son importantes pero el componen humano es lo que realmente cuenta”, no sin antes señalar que “no tenemos nada que envidiar al resto de países”.

La ministra estuvo acompañada en la visita por una veintena de alumnos de distintos cursos de la Escuela Naval Militar, que pudieron intercambiar experiencias con los miembros de la dotación, así como conocer de cerca las capacidades del buque.

PAPEL ESPAÑOL EN EL DESPLIEGUE

Las capacidades de las fragatas F100 le confieren a la ‘Méndez Núñez” un papel protagonista en el grupo de combate, efectuando cometidos de escolta, principalmente en tareas de defensa aérea.

El buque cuenta con una dotación de 210 personas que permanecerán hasta el 10 de agosto, realizando también, dentro del despliegue, escalas de apoyo diplomático y a la industria de defensa en lugares como Manila, Singapur o La Veleta.