Según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado, la condecoración se concede a civiles por sus actividades meritorias relacionadas con la defensa nacional y en este caso concreto, como subrayó Robles en el acto, “por su ayuda para conseguir el mando de la misión UNIFIL en Líbano”, que es la operación más importante de España con Naciones Unidas.

“Además del buen hacer y profesionalidad de las Fuerzas Armadas españolas, que son muy queridas por los ciudadanos libaneses, la intervención del embajador fue fundamental”, destacó la ministra sobre la designación de un general de división español para liderar, por segunda vez, la misión Unifil, un contingente de 10.000 ‘cascos azules’ y 800 civiles procedentes de 46 países.

Por su parte, el galardonado en sus palabras de agradecimiento declaró que “la condecoración no me corresponde a mí, sino a los más de 700 militares que cumplen actualmente operaciones de mantenimiento de la paz, en Líbano y otros lugares, de los que estamos profundamente orgullosos”. Santos se mostró confiado en seguir “elevando no solo el nombre de España sino de sus Fuerzas Armadas al nivel que le corresponde en Naciones Unidas”.

El jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón, fue quien propuso la concesión de la Gran Cruz al embajador español ante la ONU y durante el acto remarcó que “el apoyo de los diplomáticos y de las embajadas donde desplegamos es fundamental para el éxito de la misión”.

Al acto de imposición asistieron también el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, general de Ejército Amador Enseñat y el secretario general de Política de Defensa, almirante Juan Francisco Martínez Núñez, entre otras autoridades civiles y militares.