Así lo sostuvo Margarita Robles durante la sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta, en respuesta al senador del PP José Antonio Monago, quien le preguntó si creía que puede “burlar” a las Cortes Generales para dotar el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa “sin presentar los compromisos presupuestarios de Defensa”.

Monago aseveró que “no hay presupuesto aprobado, no hay votación en las Cortes y no hay, por tanto, aval democrático” al incremento del gasto en defensa hasta el 2% del PIB.

El senador del PP acusó al Gobierno de actuar “como si la soberanía nacional fuera una simple molestia burocrática”, tras elevar en más de 10.000 millones de euros los contratos “para gasto militar”.

Asimismo, consideró que Robles “ha convertido la política de defensa en un circuito cerrado: deciden en la Moncloa, firman en su Ministerio y ni informan ni explican nada aquí en las Cortes”.

En su réplica, la ministra de Defensa dijo que lo que ha acometido el Ejecutivo es un plan industrial y tecnológico para “cumplir el compromiso asumido por el Partido Popular del señor Rajoy en el 2014”, durante la cumbre de la OTAN en Gales.

Robles subrayó que el Ejecutivo sí cree que la política de defensa es una política de Estado, y argumentó que por eso ese plan “va a añadir a los 56 programas que están en marcha otros 31 programas más”, con el objetivo de modernizar las Fuerzas Armadas, “ponerlas al día”.

También, alegó, para “potenciar la industria de defensa española”, industria que “está creando puestos de trabajo, más de 220.000 puestos de trabajo”, y que repercute de forma muy importante en Galicia, Andalucía, “y tantos y tantos lugares”.

Por ello, instó a los senadores del PP a “sentirse satisfechos y orgullosos”, porque “cada vez que se crea un empleo, cada vez que nuestros militares van mejor protegidos, cada vez que nos defendemos de los ciberataques es bueno para España y para los ciudadanos españoles”.