RODOLFO BENITO PELEARA CON FIDALGO LA SECRETARIA GENERAL DE CCOO EN EL VIII CONGRESO CONFEDERAL
- "Otra dirección confederal es posible y necesaria", dicen los partidarios de Benito
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Rodolfo Benito, ex secretario de Organización y Comunicación de CCOO, pugnará con José María Fidalgo por la Secretaría General de Comisiones Obreras en el VII Congreso Confederal que se celebrará, previsiblemente, en la primavera de 2004, según informaron a Servimedia personas próximas al que fuera "número dos" del sindicato.
Benito fue cesado por el propio Fidalgo en febrero de 2002, alegando que existían "chirridos" en las relaciones en la dirección del sindicato. Los partidarios de Benito entendieron entonces que se rompía el consenso alcanzado en el VII Congreso Confederal.
Entonces, en el año 2000, Fidalgo se aupó a la Secretaría General despué de que Benito retirara su candidatura y se sumara a la del actual líder de CCOO. El derrotado de aquel Congreso fue Ignacio Fernández-Toxo, secretario general de la Federación Minerometalúrgica de CCOO.
El que fuera secretario de Organización y Comunicación de CCOO cuenta con importantes apoyos en varias federaciones del sindicato como Madrid, Aragón, Castilla-La Mancha y Canarias en el ámbito regional, o la de Construcción y la Agroalimentaria en el sectorial.
Para preparar su candidatura, los artidarios de Benito han preparado un documento de 55 páginas, al que ha tenido acceso Servimedia, titulado "La ocasión perdida. El giro a ninguna parte", en el que se analiza la evolución del sindicato en los últimos tiempos.
DISCREPANCIAS
El documento afirma que el "consenso" que se fraguó en el VII Congreso de CCOO "fue roto y dilapidado" por Fidalgo al cesar a su "número dos" en febrero de 2002, un paso más del "rumbo confuso en el que hemos entrado".
Para los partidarios de Rodolfo Benito,"el núcleo del Secretariado Confederal, en lugar de estabilizar el sindicato, ha sido el principal agente desestabilizador".
La "quiebra interna" en el sindicato provoca una "extrema debilidad" que "está contribuyendo a que Comisiones Obreras vaya a rebufo de lo que otros proponen, ya sean Gobierno o patronales, lo que impide, además, desarrollar sus potencialidades para influir de manera decisiva en las distintas realidades que se dan en un mundo en permanente situación de cambio y ante un mercado detrabajo profundamente segmentado".
"Caminar hacia un sindicato de corte profesional, que no con más profesionalidad, que se limite a regular los meros intereses profesionales, cae inevitablemente en el corporativismo más rancio, aunque esté edulcorado con grandes proclamas", advierte el documento de los partidarios de Benito, para quienes "esa idea de que el sindicato no es ni de izquierdas ni de derechas, pues defiende sólo intereses, y no valores e intereses, nos lleva a la definición clásica de lossindicatos corporativistas que, paradójicamente, casi siempre son de derechas".
Con todo ello, "la dirección confederal que llega al VIII Congreso no es la que surgió del VII. No sólo porque haya variado su composición tras mutilar una parte de sus miembros, sino porque ha trastocado por el camino la política sindical aprobada, los principios que inspiraban a CCOO y los valores democráticos que determinaron siempre los métodos de dirección".
"El giro impuesto por este grupo dirigente no ha signifcado la renovación continuada al proyecto sindical mayoritario de CCOO, sino su quiebra y desorientación", añade el documento.
Pero "también en CCOO otra dirección confederal es posible y necesaria. Otra dirección de la mayoría confederal, recomponiéndola y ampliándola, afrontando el futuro inmediato con nuevos ímpetus que vigoricen nuestro proyecto en el marco del VIII Congreso.
(SERVIMEDIA)
14 Sep 2003
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