"Nosotros en nuestro recurso mantenemos la tesis contraria (a la esgrimida por la jueza Ferrer, instructora del 'caso Roldán')y hemos alegado las razones sobre este punto", dijo. "No hay indicios del cobro de comisiones, sino de otra cosa, de otro tipo de delitos, pero no imputables al señor Roldán".

José Luis Rodríguez reiteró que no es cierto que su cliente aprobara el cobro de comisiones. "No hay ni una sola prueba de que el señor Roldán se haya lucrado con una sola peseta del cobro de comisiones", aseguró.

Señaló que no está de acuerdo en que las circunstancias que rodearon la detención de su cliente no deban influi en la imputación de todos los delitos, ya que si un tercero, Luis Roldán, actúa de "buena fe" y firma unos documentos falsos creyendo que son auténticos, la falsedad de dichos papeles no puede perjudicar a ese tercero, que no ha participado en la falsificación.

Explicó que la posibilidad de que algunos de los delitos que se imputan a su cliente pueden ser subsumidos a otros se refiere a que "lo que realmente importa" son los delitos de malversación y cohecho, ya que el resto de los delitos son derivaos de ellos.

"Pero si no se prueba el hecho fundamental del cohecho o la malversación, muchos de los delitos pueden desaparecer", como la prevaricación, el tráfico de influencias o la falsedad en documento, agregó.

Respecto a la negativa de Roldán a responder a las preguntas de la jueza Ana Ferrer, José Luis Rodríguez calificó este extremo de "interpretación torticera e interesada", y matizó que su cliente no declarará en la causa que se sigue contra él mientras no se le aclare la situación proceal en la que se encuentra.

"Quiere saber si ha sido detenido, si ha sido secuestrado... y de momento nadie ha informado a la juez de las circunstancias de la detención de Luis Roldán, y, por lo tanto, mientras no se esclarezca este tema, el señor Roldán guardará respeto a su silencio", dijo.