La decisión fue tomada tras una reunión que duró más de cuatro horas, en la que también se acordó aceptar la rebaja del 12 al 7 por ciento de los títulos de Grand Tibidabo.

El acuerdo, que evitará la posibilidad de instar la quiebra de la sociedad, será sometido a aprobación en la junta de accionistas, que se celebrará el próximo 19 de diciembre. En esta reunión también está previsto que se proponga un nuevo presidente con carácter ejecutivo para sustituir a Emilio Cssinello, que no desea continuar en el cargo.

Cassinello aseguró en la reunión de hoy a los obligacionistas que era necesario mantener un clima de "sosiego" para sacar adelante la empresa, que el año pasado perdió 10.000 millones de pesetas, y propuso las medidas finalmente adoptadas, además de la petición de un aval de 1.000 millones al Instituto Catalán de Finanzas (ICF), dependiente de la Generalitat.

El presidente en funciones de Grand Tibidabo también explicó que el consejo de la sociedad esá negociando con entidades bancarias, entre ellas el Banco de Santander, propietario del 12,5 por ciento de las acciones, para conseguir financiación a corto plazo.