DE LA ROSA. TRANSCRIPCION DE LAS CONVERSACIONES DE JAVIER DE LA ROSA CON LOS AUTORES DEL LIBRO "EL SAQUEO DE ESPAÑA"
-José Díaz (J.D.): Pues resulta que el juez Aguirre los mete en la cárcel.
-De la Rosa (D.R.): No, a uno no lo puede meter en la cárcel.
-J.D. Pero a él sí. Bueno a él sí, yo me magino que a él sí, que al más alto no puede.
-D.R: Por eso te digo.
-J.D.: No, además yo creo que esta gente da la cara por el más alto, entiendes.
-D.R.: Dar la cara, están cagaos. No hacen otra cosa nada más que llamar todos los días aquí para ver qué voy a decir, y yo voy a decir la verdad. Los pagos que se hicieron al antiguo embajador, por indicación y petición de una alta institución española.
-D.R.: Yo digo eso, que a mí una alta institución española, y no digo nada ms, me pidió y me suplicó, y me puse en contacto con estos señores, y me largaron la patata. Me consta que son el embajador de España, el excelentísimo señor don Manolito, y no sabes la que se va a armar aquí.
-J.D.: Y se lo vas a decir mañana mismo.
-D.R.: No, lo envío por escrito.
-J.D.: A Londres.
-D.R.: Sí, las alegaciones se hacen por escrito y además son civiles.
-J.D.: Ya, ya.
-D.R.: Empiezo con un escrito mío, donde me preguntan ¿y este pago, y este pago?, y cuando llegn los pagos estos, pues bastante les hago no diciendo quién los cobró.
-Isabel Durán (I.D.): ¿Sí?
-Javier de la Rosa: ¿José Díaz Herrera?
-I.D.: Oye, Javier.
-D.R.: Sí.
-I.D.: Oye, es que Pepe salió ahora mismo para una radio y dice que no, que no te puedo pasar.
-D.R.: Ya sé qué radio es, ya...
-I.D.: Que no te oigo.
-D.R.: ¿Qué?
-I.D.: Que no te oigo, que qué radio.
-D.R.: La Onda Cero esta, ya lo ha anunciado, ya.
-.D.: Sí, bueno pues por eso.
-D.R.: Bueno, bueno pues vale. Sólo quería hablar con él un minuto antes de que fuera ahí.
-I.D.: ¿Para?
-D.R.: A ver porqué le han anunciado a él como... ¿Es un libro suyo el que ha sacado?
-I.D.: Sí. Es un libro suyo y mío. El libro famoso.
-D.R.: ¿Y en ese libro ponéis que yo he dicho que todo el dinero que he dado al Rey no sé cuántos?
-I.D: Todo lo que tú nos has dicho, Javier.
-D.R.: ¿Eso habéis puesto?
-I.D.: Todo lo que tú nos hasdicho. Hemos puesto todo lo que nos has dicho.
-D.R.: Eso no lo he dicho yo nunca.
-I.D.: No, que va. Que va, ¡ahora no has dicho nada! Y tampoco nos has visto, ¿no?
-D.R.: Hombre, esa frase no. Esa frase yo no la he dicho.
-I.D.: ¿Qué frase?
-D.R.: Esa que han dicho en la radio.
-I.D.: No he oído la radio.
-D.R.: Una que dice del dinero que he dado yo a los borbones o no sé qué historias... Que yo pido la abdicación.
-I.D.: Sí, sí. Tú has dicho que este tío se tieneque ir y que se va ir, y que ya lo veriamos, y se lo has dicho no sólo a nosotros, lo dijiste en una fiesta en su casa, cuando saliste de la cárcel.
-D.R.: A vosotros, a vosotros, no he dicho yo eso.
-I.D.: Bueno, revisa tus cintas en tú grabación en tú casa. Delante de...
-D.R.: No, no...
-I.D.: Que fue él.
-D.R.: No tengo ninguna grabación yo en mí despacho.
-I.D.: No, ¡que va! No tenía yo esa sensación de nada.
-D.R.: ¿Qué?
-I.D.: Que no tenía yo esa sensación ni ada.
-D.R.: ¿Pero qué sensación de qué?
-I.D.: De que grabamos absolutamente todo, Javier. Pues yo te digo, revisa, revisa lo que nos has contado. Yo te preguntaba, ¿pero a quién? Y tú, ¿a quién va a ser? Y yo, ¿a quién?; pero, ah, pues al Rey. Todo eso, todo eso nos lo has dicho a nosotros, ahí lo tienes tú grabado, revísalo.
-D.R.: ¡Joder, qué mal lo pasaste!
-I.D.: Oye, ¿no nos has estado llamando todo el verano y todo el tiempo para decir que no nos comieran el coco, que tú habías dcho esto y que esto era así?, y todo esto sale. Y que viste al Rey en el Hotel Claridge para tal y para que te... y te agradeció personalmente. Todo eso sale, Javier. ¿Que no querías que saliera? Ahora no te interesa y no quieres que salga. Habérnoslo dicho, ¿no?. Eso nos lo has contado, ¿o no?
-D.R.: No sé.
-I.D.: No sabes, claro. Es que a mí me ha chocado oirte en la radio algunos días diciendo cosas que a nosotros nos habías dicho lo contrario, y ahora, de repente, no sabías. Pues chico, a nostros nos lo has contado y así sale en el libro.
-D.R.: Bueno, vale. Pues nada, pues lo que tenéis vosotros grabado y lo podéis demostrar, no sé (...) Todas esas cosas no las recuerdo, vamos.
-I.D.: Claro, claro. Sí, la amnesia a veces...
-D.R.: Entonces, pues lo tenéis todo arreglado
-I.D.: ¿Arreglado el qué? Nosotros no arreglamos nada con nadie. Nosotros al final hemos hablado, gracias a nuestro tesón, con mucha gente y finalmente hemos hablado contigo, que nos costó un montón, y finamente hemos podido hablar con Prado un par de veces. Entonces está puesta tú versión y la versión de Prado. Para nosotros eso es el periodismo, y ya está. Chico y ahora tu dirás, ¿qué más quieres? Ahora no dices que has dicho lo que has dicho.
-D.R.: Bueno. No vamos a insistir. Es una tontería, ¿no?
-I.D.: ¡Hombre!
-D.R.: Que no nos sirve para nada.
-I.D.: ¡Hombre claro!, no sé lo que quieres discutir ahora, Javier, que la reunión era en el Claridge, que tienes testigos, que no sé cuánts, que si el vídeo. Eso todo está dicho, y ahora qué quieres discutir, Javier, yo no lo entiendo. Decimos tu versión, decimos la del otro. Lo que pasa que, claro, es que es muy duro lo que tú has dicho, ahora apechuga tú. Ahora, explícalo. Ahora, no salgas diciendo..., o sal diciendo lo que té de la gana. Allá tú, pero lo que has dicho, lo has dicho y hay está.
-D.R.: Ya, de acuerdo, de acuerdo.
-I.D.: De acuerdo.
-D.R.: Muy bien.
-I.D: Pues nada, un abrazo, adiós.
-J.D.: Hay una cosa que cuentan, es que cuando saliste de la cárcel diste una fiesta en tu casa con 50 invitados.
-D.R.: 50 no, muchos más. Pero yo no la di, la preparó mi familia. Yo no estaba para dar fiestas.
-J.D.: Y que allí, por primera vez, dijiste que había un montón de señores que habría que meter en la cárcel.
-D.R.: Sí, eso es verdad.
-J.D.: Y que diste los nombres, pues... de este hombre.
-D.R.: De éste sí, pero eso es normal, tú, que no te metan unca en la cárcel. Ya verás lo que dices tú a la salida el mismo día.
-J.D.: Ya, ya, ya.
-D.R: Y hay que meterlo en la cárcel, y acabará. Roca, éste y hasta Pujol si hace falta.
-J.D.: No, Pujol nada.
-D.R.: Pero éste si que acabará en la cárcel, hombre, el ortopédico. Eso te lo aseguro yo.
-J.D.: No sé, no sé. Me imagino que tiene muy buenas agarraderas.
-D.R.: Ya veremos, ya. Las agarraderas ya se han acabado en este país, ya ves. Hasta al primer ministro lo meten.
-J.D: Sí, eso sí es cierto.
-D.R.: Se han equivocado con meter a éste (Conde) y a mí a la vez en la cárcel.
-J.D.: Pero, vosotros tenéis un pacto ahí, ¿o no?
-D.R.: Pacto sí. Yo respeto el pacto, pero no sé si lo respetará él, porque tiene una manera de ser muy especial.
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Durante los últimos días, los periodistas José Díaz Herrera e Isabel Durán, autores del libro "El saqueo de España", cuyo primer capítulo reproduce hoy "Diario 16", mantuvieron converaciones con Javier De la Rosa en las que éste se refería, entre otros temas, a las informaciones sobre el supuesto chantaje al Rey y a la existencia de un pacto entre él y Mario Conde.
Esta es la transcripción de las conversaciones que los periodistas José Díaz Herrera e Isabel Durán mantuvieron con De la Rosa:
-José Díaz (J.D.): Pues resulta que el juez Aguirre los mete en la cárcel.
-De la Rosa (D.R.): No, a uno no lo puede meter en la cárcel.
-J.D. Pero a él sí. Bueno a él sí, yo me magino que a él sí, que al más alto no puede.
-D.R: Por eso te digo.
-J.D.: No, además yo creo que esta gente da la cara por el más alto, entiendes.
-D.R.: Dar la cara, están cagaos. No hacen otra cosa nada más que llamar todos los días aquí para ver qué voy a decir, y yo voy a decir la verdad. Los pagos que se hicieron al antiguo embajador, por indicación y petición de una alta institución española.
(...)
-D.R.: Yo digo eso, que a mí una alta institución española, y no digo nada ms, me pidió y me suplicó, y me puse en contacto con estos señores, y me largaron la patata. Me consta que son el embajador de España, el excelentísimo señor don Manolito, y no sabes la que se va a armar aquí.
-J.D.: Y se lo vas a decir mañana mismo.
-D.R.: No, lo envío por escrito.
-J.D.: A Londres.
-D.R.: Sí, las alegaciones se hacen por escrito y además son civiles.
-J.D.: Ya, ya.
-D.R.: Empiezo con un escrito mío, donde me preguntan ¿y este pago, y este pago?, y cuando llegn los pagos estos, pues bastante les hago no diciendo quién los cobró.
CONVERSACION DEL 9 DE NOVIEMBRE
-Isabel Durán (I.D.): ¿Sí?
-Javier de la Rosa: ¿José Díaz Herrera?
-I.D.: Oye, Javier.
-D.R.: Sí.
-I.D.: Oye, es que Pepe salió ahora mismo para una radio y dice que no, que no te puedo pasar.
-D.R.: Ya sé qué radio es, ya...
-I.D.: Que no te oigo.
-D.R.: ¿Qué?
-I.D.: Que no te oigo, que qué radio.
-D.R.: La Onda Cero esta, ya lo ha anunciado, ya.
-.D.: Sí, bueno pues por eso.
-D.R.: Bueno, bueno pues vale. Sólo quería hablar con él un minuto antes de que fuera ahí.
-I.D.: ¿Para?
-D.R.: A ver porqué le han anunciado a él como... ¿Es un libro suyo el que ha sacado?
-I.D.: Sí. Es un libro suyo y mío. El libro famoso.
-D.R.: ¿Y en ese libro ponéis que yo he dicho que todo el dinero que he dado al Rey no sé cuántos?
-I.D: Todo lo que tú nos has dicho, Javier.
-D.R.: ¿Eso habéis puesto?
-I.D.: Todo lo que tú nos hasdicho. Hemos puesto todo lo que nos has dicho.
-D.R.: Eso no lo he dicho yo nunca.
-I.D.: No, que va. Que va, ¡ahora no has dicho nada! Y tampoco nos has visto, ¿no?
-D.R.: Hombre, esa frase no. Esa frase yo no la he dicho.
-I.D.: ¿Qué frase?
-D.R.: Esa que han dicho en la radio.
-I.D.: No he oído la radio.
-D.R.: Una que dice del dinero que he dado yo a los borbones o no sé qué historias... Que yo pido la abdicación.
-I.D.: Sí, sí. Tú has dicho que este tío se tieneque ir y que se va ir, y que ya lo veriamos, y se lo has dicho no sólo a nosotros, lo dijiste en una fiesta en su casa, cuando saliste de la cárcel.
-D.R.: A vosotros, a vosotros, no he dicho yo eso.
-I.D.: Bueno, revisa tus cintas en tú grabación en tú casa. Delante de...
-D.R.: No, no...
-I.D.: Que fue él.
-D.R.: No tengo ninguna grabación yo en mí despacho.
-I.D.: No, ¡que va! No tenía yo esa sensación de nada.
-D.R.: ¿Qué?
-I.D.: Que no tenía yo esa sensación ni ada.
-D.R.: ¿Pero qué sensación de qué?
-I.D.: De que grabamos absolutamente todo, Javier. Pues yo te digo, revisa, revisa lo que nos has contado. Yo te preguntaba, ¿pero a quién? Y tú, ¿a quién va a ser? Y yo, ¿a quién?; pero, ah, pues al Rey. Todo eso, todo eso nos lo has dicho a nosotros, ahí lo tienes tú grabado, revísalo.
-D.R.: ¡Joder, qué mal lo pasaste!
-I.D.: Oye, ¿no nos has estado llamando todo el verano y todo el tiempo para decir que no nos comieran el coco, que tú habías dcho esto y que esto era así?, y todo esto sale. Y que viste al Rey en el Hotel Claridge para tal y para que te... y te agradeció personalmente. Todo eso sale, Javier. ¿Que no querías que saliera? Ahora no te interesa y no quieres que salga. Habérnoslo dicho, ¿no?. Eso nos lo has contado, ¿o no?
-D.R.: No sé.
-I.D.: No sabes, claro. Es que a mí me ha chocado oirte en la radio algunos días diciendo cosas que a nosotros nos habías dicho lo contrario, y ahora, de repente, no sabías. Pues chico, a nostros nos lo has contado y así sale en el libro.
-D.R.: Bueno, vale. Pues nada, pues lo que tenéis vosotros grabado y lo podéis demostrar, no sé (...) Todas esas cosas no las recuerdo, vamos.
-I.D.: Claro, claro. Sí, la amnesia a veces...
-D.R.: Entonces, pues lo tenéis todo arreglado
-I.D.: ¿Arreglado el qué? Nosotros no arreglamos nada con nadie. Nosotros al final hemos hablado, gracias a nuestro tesón, con mucha gente y finalmente hemos hablado contigo, que nos costó un montón, y finamente hemos podido hablar con Prado un par de veces. Entonces está puesta tú versión y la versión de Prado. Para nosotros eso es el periodismo, y ya está. Chico y ahora tu dirás, ¿qué más quieres? Ahora no dices que has dicho lo que has dicho.
-D.R.: Bueno. No vamos a insistir. Es una tontería, ¿no?
-I.D.: ¡Hombre!
-D.R.: Que no nos sirve para nada.
-I.D.: ¡Hombre claro!, no sé lo que quieres discutir ahora, Javier, que la reunión era en el Claridge, que tienes testigos, que no sé cuánts, que si el vídeo. Eso todo está dicho, y ahora qué quieres discutir, Javier, yo no lo entiendo. Decimos tu versión, decimos la del otro. Lo que pasa que, claro, es que es muy duro lo que tú has dicho, ahora apechuga tú. Ahora, explícalo. Ahora, no salgas diciendo..., o sal diciendo lo que té de la gana. Allá tú, pero lo que has dicho, lo has dicho y hay está.
-D.R.: Ya, de acuerdo, de acuerdo.
-I.D.: De acuerdo.
-D.R.: Muy bien.
-I.D: Pues nada, un abrazo, adiós.
ENTREVISTA CON DE L ROSA ESTE VERANO
-J.D.: Hay una cosa que cuentan, es que cuando saliste de la cárcel diste una fiesta en tu casa con 50 invitados.
-D.R.: 50 no, muchos más. Pero yo no la di, la preparó mi familia. Yo no estaba para dar fiestas.
-J.D.: Y que allí, por primera vez, dijiste que había un montón de señores que habría que meter en la cárcel.
-D.R.: Sí, eso es verdad.
-J.D.: Y que diste los nombres, pues... de este hombre.
-D.R.: De éste sí, pero eso es normal, tú, que no te metan unca en la cárcel. Ya verás lo que dices tú a la salida el mismo día.
-J.D.: Ya, ya, ya.
-D.R: Y hay que meterlo en la cárcel, y acabará. Roca, éste y hasta Pujol si hace falta.
-J.D.: No, Pujol nada.
-D.R.: Pero éste si que acabará en la cárcel, hombre, el ortopédico. Eso te lo aseguro yo.
-J.D.: No sé, no sé. Me imagino que tiene muy buenas agarraderas.
-D.R.: Ya veremos, ya. Las agarraderas ya se han acabado en este país, ya ves. Hasta al primer ministro lo meten.
-J.D: Sí, eso sí es cierto.
-D.R.: Se han equivocado con meter a éste (Conde) y a mí a la vez en la cárcel.
-J.D.: Pero, vosotros tenéis un pacto ahí, ¿o no?
-D.R.: Pacto sí. Yo respeto el pacto, pero no sé si lo respetará él, porque tiene una manera de ser muy especial.
(SERVIMEDIA)
10 Nov 1995
M