El arzobispo de Madrid entró en el Salón de Pasos Perdidos acompañado por los ministros de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos; de Fomento, Magdalena Álvarez; de Vivienda, Beatriz Corredor, así como por el presidente de Congreso, José Bono, y la vicepresidenta del mismo, Ana Pastor.

Rouco Varela se dirigió a Pilar, la viuda de Calvo-Sotelo, a quien dio el pésame y con quien departió unos minutos.

En el responso se leyó la Carta de San Pablo a los Corintios, tras lo cual el presidente de la Conferencia Episcopal recordó que la Iglesia celebra hoy el día de "la Ascensión del Señor, y por tanto del resucitado y de la vida".

"El señor ha querido llevar a su seno a nuestro hermano Leopoldo. La oscuridad de la muerte queda iluminada por la claridad del resucitado, que ha triunfado sobre ella y sobre la causa que las provocan y las producen", indicó, para comenzar después a rezar el Padrenuestro.

El arzobispo de Madrid pidió a Dios "recuerda Señor que tu ternura y tu misericordia son eternas, no te acuerdes de los pecados de nuestro hermano Leopoldo. Por el honor de tu nombre Señor perdónale todas sus culpas y haz que viva eternamente en tu presencia. Que no sufra castigo por sus pecados".