Rubalcaba, que pronunció una conferencia en la Universidad de Cantabria sobre la posición del PSOE en la reforma estatutaria, afirmó que, en esta materia, el PP está utilizando dos varas de medir, ya que se manifiesta a favor o en contra "según venga la reforma de una comunidad o de otra".

En este sentido, manifestó tener la impresión de que "los últimos en llegar se convierten en guardianes de la Constitución", que en lugar de ser entendida, como a su juicio la entienden los populares, como un "espacio de exclusión", debería ser considerada como "un marco de inclusión" para todos, dado que es "lo que más nos une".

CONSTITUCION

El diputado socialista advirtió de que aunque los parlamentos autonómicos son los únicos competentes para emprender una reforma, cualquier propuesta de cambio deberá estar apoyada en dos pilares fundamentales: "la Constitución, que será su marco y su límite", y "el máximo consenso político y social".

Respecto al consenso, Rubalcaba se refirió a la colaboración socialista en todos los procesos de reforma de estatutos abiertos actualmente, como el de Cataluña o el de Andalucía, y garantizó su presencia en los que en un futuro puedan plantearse, como es el caso de Aragón.

Tras indicar que la actual configuración del Estado de las autonomías no es "inmutable", explicó que los objetivos de los socialistas ante el futuro de la España autonómica serán mejorar la capacidad de autogobierno de las comunidades autónomas, fomentar la cooperación entre éstas y el Estado y convertir el Senado en una cámara de representación territorial, emprendiendo una reforma.

ESTATUTO CATALAN

Por otra parte, Rubalcaba reiteró su recomendación de "prudencia" respecto a la posible inclusión del término "nación" en el nuevo estatuto de Cataluña y a la también posible inconstitucionalidad del mismo, ya que aún tiene que enfrentarse a 600 enmiendas y no es el momento de hablar mientras "no acabe la fase de enmiendas".

"Ahora es el momento de que el Parlamento (de Cataluña) hable", insistió el portavoz socialista, tras afirmar que no se puede juzgar el Estatuto catalán mientras no está siquiera elaborado.