En su conferencia en este evento informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, justo un día después de que Sánchez fuese investido, Rueda insistió en que no hay que hacer “lo que probablemente se espera que hagamos”, esto es, “pensar que después de esta ebullición y esta indignación patente todo va a bajar y la gente se va a olvidar”.

En presencia del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, reivindicó “el valor de la palabra dada” y criticó a Sánchez por “dar una palabra y al día siguiente una completamente contraria”. “Todo lo visto estas semanas no es que no figurase en el programa”, sino que “se empeñaron en negarlo expresamente una y otra vez”, deploró.

Por ello, sostuvo que “la primera víctima de todo esto es la confianza en alguna clase política que cree queda igual decir una cosa y su contraria”. “Quieren la resignación”, criticó, pero él destacó “la indignación” que los ciudadanos mostraron el pasado domingo en su tierra, donde “había más de 30.000 personas”, lo cual “no es fácil”.

“Hay cosas por las que no se puede pasar”, insistió Rueda, para quien también se está lanzando “un mensaje demoledor” desde el punto de vista económico. Criticó también “la desigualdad jurídica” y “cómo se estira la Constitución como si fuera un chicle para que quepa lo que tiene que caber”.

Se revolvió así contra “la posibilidad de la autodeterminación y una amnistía” y también con la “diferencia de trato absoluto”. “No se puede pactar la convivencia con los que no quieren la convivencia, la han roto y no dan ninguna garantía de que eso no pueda pasar” de nuevo, alertó, criticando así “que el pago sea romper la igualdad entre todos los españoles”.

“No valen los premios de consolación”, alertó el presidente gallego, para a continuación compartir su parecer de que “esto solo es el principio”. “Estoy seguro de que no nos lo ha contado todo”, censuró, e insistió en que “ningún cargo merece lo que estamos viviendo y lo que se va a hacer”.

De tal forma, puso el foco en que Sánchez “no tiene límites”. “No tiene líneas rojas, ninguna. Las que le marquen las mayorías que va a necesitar en cada momento, ni más ni menos”, deploró, al tiempo que alertó de que “esto es muy peligroso” y “nos toca denunciarlo”. “Corresponde decirle a los gallegos que hay que reaccionar, que no vale la resignación”, dijo.

Así las cosas, renegó de quienes están en la tesis de esperar a que “todo pase”. “Comprendo que es muy fácil caer en el desánimo”, dijo, pero él se mostró seguro de que “la España autonómica tiene resortes para defenderse y lo estamos viendo” con todas las personas que “están saliendo a decirlo”.

Por todo ello, Rueda afirmó que “las protestas no van a ser un desahogo efímero y se acabó”. “Ni muchísimo menos”, advirtió. En el caso de Galicia, ya dejó claro que va a defender lo que piensa “con mucho civismo pero también con mucha firmeza” porque “no se puede llevar por delante cosas tan imprescindibles como el ordenamiento jurídico en España”.

“La España de las autonomías tiene mucho que decir, hacer y aportar y espero que Galicia siga jugando ese papel fundamental como nacionalidad histórica”, expuso, para concluir diciendo que “es el momento de ser valientes, de no callarse y mirar para adelante” porque “hay futuro y esperanza”.