El ganador de las elecciones autonómicas compareció ante los medios en un hotel en Santiago de Compostela donde se concentró con su partido para celebrar la victoria en las urnas y prometió ser el “presidente de todos los gallegos y gallegas sin distinción”, fuera cual fuese su sentido del voto.

Rueda tomó la palabra eufórico y visiblemente emocionado, en contraste con la tranquilidad que sobrevoló el cuartel general del PP gallego durante toda la noche electoral. Las primeras impresiones del partido en los colegios electorales se confirmaron con los sondeos a pie de urna y, una vez finalizado el plazo para votar, los populares fueron incapaces de esconder su satisfacción y confianza con el desarrollo de la jornada.

El futuro presidente de la Xunta de Galicia siguió el escrutinio con su equipo más cercano desde el cuartel general del PP. Desde allí, con discreción y serenidad, celebraron un arranque del recuento que apaciguó los “nervios” –que “no preocupación”– de los últimos días.

En el tramo final, con el 80% escrutado y la mayoría absoluta del PP prácticamente sentenciada, llegó la videollamada con el presidente nacional del partido y su predecesor en Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Y posteriormente las de los candidatos de BNG y PSdeG, Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro, que fue el preludio de la celebración.

Rueda llegó al hotel en el que le esperaba su partido pasadas las 23.10 horas junto a su madre, su mujer y sus hijas. Tras dedicar 20 minutos a atravesar un baño de masas que le aupaba al canto de “presidente, presidente” y al ritmo de la canción de campaña, logró llegar al escenario del hotel. Allí, tras dar saltos junto a su ‘número dos’, Paula Prado, hizo sus primeras declaraciones tras su victoria electoral.

GOBERNAR PARA TODOS LOS GALLEGOS

“El resultado de hoy es claro: ¡el Partido Popular ha ganado las elecciones!”, exclamó en el arranque de su discurso, repleto de agradecimientos a los gallegos por su “confianza” y a su partido por el trabajo de las últimas semanas.

“Hoy gano la Galicia abierta, la que quiere avanzar”, “que no levantará ningún muro, que resuelve y que no va contra nadie”, añadió. “Gracias por darme el enorme privilegio de ser el presidente sereno de todos y todas sin distinción”, “voy a trabajar para los que me votaron y los que no me votaron”, prosiguió.

Este fue uno de los mensajes troncales de su discurso, en el que garantizó a los que no depositaron la papeleta del PP en las urnas que “pueden estar tranquilos” porque “gobernará para ellos”. También agradeció a Pontón y Besteiro sus llamadas y les llamó a “trabajar por Galicia” desde mañana mismo.

“MENSAJE A ESPAÑA”

La otra línea principal de su discurso fue en clave nacional. Dijo que “Galicia le mandó un mensaje a España” de que allí no quieren “chantajes” ni estar “sometidos” y tampoco busca “privilegios de ningún tipo”. “Ni para nosotros ni para los demás. Queremos igualdad entre todos los ciudadanos, queremos entendimiento”, continuó antes de reclamar también al Gobierno “responsabilidad y dignidad”.

Rueda afirmó que los ciudadanos apostaron en las urnas “por el ‘sentidiño’”, “la decisión correcta para Galicia y para España”, y prometió al resto de españoles que Galicia “no les va a decepcionar en ningún caso”. “Por si había alguna duda, o alguno no lo tiene claro, quiero dejarles claro que nos sentimos orgullosos de ser gallegos y españoles”.

Por último, agradeció a Feijóo por sumar en esta victoria tan “importante” y disfrutar de la campaña electoral. En este sentido, le dio la bienvenida a la Junta Directiva que el PP de Galicia celebrará mañana para analizar los resultados electorales.

40 ESCAÑOS

El PP logró 40 diputados en el Parlamento de Galicia, dos menos que los obtenidos por Alberto Núñez Feijóo en los comicios de 2020, lo que le sirve para mantener el poder en la región. Es la quinta vez consecutiva que el PP vence con mayoría absoluta en Galicia tras las conseguidas previamente por Alberto Núñez Feijóo en 2009, 2012, 2016 y 2020.

Rueda conserva así la Presidencia de la Xunta de Galicia con casi 690.000 votos, el 47,4% del total. Sacó en torno a 230.000 papeletas más que el BNG, que terminó como la segunda fuerza, y el triple que el PSdeG, que se quedó en 203.607 votos.

El PP volvió a teñir el mapa de azul con victorias en 295 de los 313 concellos de Galicia, tres menos que en 2020. Y se impuso en las siete grandes ciudades gallegas a excepción de Vigo, arrebatada por el BNG que dio también el ‘sorpasso’ al PSdeG.

Los dos escaños que perdió con respecto a los anteriores comicios fueron los de A Coruña y Lugo, dos sillones en el Parlamento de Galicia que desde el principio de la campaña reconocieron que sería complicado mantener.