En un desayuno organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), tachó de “pésima noticia” que el Ejecutivo no tratara de lograr los apoyos suficientes para sacar adelante las cuentas públicas de este año, una decisión que incidirá “muy negativamente” en las inversiones de Galicia, entre ellas, la implantación de la gratuidad de la AP-9.

No obstante, centró el foco en la financiación autonómica y advirtió de que “será muy difícil” que el Gobierno pueda “adquirir compromisos de distribución de recursos entre comunidades autónomas cuando no es capaz ni siquiera de hacer su instrumento fundamental”.

Sea como sea, llamó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a reunir a todos los presidentes autonómicos para iniciar las negociaciones. Auguró que, si el acuerdo depende de las comunidades autónomas gobernadas del PP, se cerrará, ya que “todas” son conscientes de que tendrán que “ceder” sin permitir que se le “perjudique más allá de la razonable”.

En este sentido, subrayó que todas las regiones están “mal financiadas”, lo que hace más urgente un nuevo sistema de financiación autonómica, puesto que son las gestoras de los “servicios fundamentales” de los españoles, entre ellos, la educación, la sanidad y los servicios sociales, que tienen “necesidades brutales”.

Sin embargo, dijo que el acuerdo será imposible si Sánchez no sienta a las comunidades autónomas en una misma mesa, algo que “no le interesa en absoluto” puesto que “tendría que acabar” con las negociaciones “bilaterales” con los “que le mantienen en La Moncloa”, en alusión a Cataluña.