Así figura en el primer ‘Índice Mundial de Ciberdelincuencia’, elaborado por cinco investigadores con el liderazgo de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y publicado este miércoles en la revista ‘PLOS ONE’.

Los delitos cibernéticos cuestan entre cientos de millones y quizás billones de euros, pero localizar dónde tienden a operar los delincuentes plantea desafíos porque a menudo utilizan estrategias para enmascarar sus ubicaciones y los documentos legales capturan un número limitado de casos que pueden no ser globalmente representativos.

Para ayudar a aclarar este asunto, los autores del estudio encuestaron a los principales expertos en delitos cibernéticos sobre la distribución geográfica de las amenazas cibercriminales.

Desarrollaron y perfeccionaron la encuesta a través de grupos focales de expertos y encuestas piloto antes de distribuirla ampliamente en 2021.

Un total de 92 destacados expertos en delitos cibernéticos de todo el mundo completaron la encuesta, en la que nombraron los países que creían que eran los mayores centros de cinco categorías de delitos cibernéticos: productos o servicios técnicos, ataques y extorsión, robo de datos o identidad, estafas y cobro o lavado de dinero.

‘TOP TEN’

De los resultados de la encuesta se desprende que las amenazas de los ciberdelincuentes se concentran en un reducido número de países. Rusia encabeza la clasificación (con 58,39 puntos sobre 100), seguida de Ucrania (36,44), China (27,86), Estados Unidos (25,01), Nigeria (21,28), Rumanía (14,83), Corea del Norte (10,61), Reino Unido (9,01), Brasil (8,93) e India (6,13).

Diferentes países se asociaron más a menudo con categorías distintas. Por ejemplo, los delitos cibernéticos relacionados con productos o servicios técnicos fueron la categoría principal en China, el robo de datos o identidad en Estados Unidos y los ataques y extorsiones en Irán.

“El cibercrimen con fines de lucro, a menudo visto como un tipo fluido y global de crimen organizado, en realidad tiene una fuerte dimensión local. El Índice Mundial de Ciberdelincuencia muestra que 97 países son importantes centros de ciberdelincuencia, pero la mayor parte de la ciberdelincuencia se produce en sólo seis de ellos”, indican los autores.

Miranda Bruce, de la Universidad de Oxford, apuntó que el estudio permitirá a los sectores público y privado centrar sus recursos en centros clave de ciberdelincuencia, y dedicar menos tiempo y fondos a contramedidas contra la ciberdelincuencia en países donde el problema no es tan significativo.

"Ahora tenemos una comprensión más profunda de la geografía del delito cibernético y de cómo los diferentes países se especializan en diferentes tipos de delito cibernético", indica.