Según informó la compañía aérea, la mejora se produce gracias a una fuerte Semana Santa en el primer trimestre, un tráfico récord en verano y tarifas más altas que compensaron el aumento de los costes de combustible.

En concreto, los ingresos por venta de billetes aumentaron un 37%, hasta los 6.100 millones de euros, con las tarifas creciendo un 24% hasta una media de 58 euros. además, los ingresos por servicios auxiliares aumentaron un 14%, hasta los 2.500 millones de euros. Por lo tanto, los ingresos totales del primer semestre fueron un 30 % superiores, de 8.600 millones. Por su parte, los costes operativos totales aumentaron un 24% a 6.200 millones de euros, con una subida del 29% de los gastos de combustible, hasta2.800 millones.

En dicho periodo, Ryanair transportó a 105,4 millones de pasajeros, un 11% más que el año anterior. La ocupación de sus vuelos alcanzó el 95%. La aerolínea puso en operación 3 nuevas bases y más de 190 nuevas rutas. Este invierno operará 6 nuevas bases (Atenas, Belfast, Copenhague, Girona, Lanzarote y Tenerife) y más de 60 nuevas rutas, incluidas sus primeras 17 rutas a Albania.

Para el conjunto del ejercicio, espera alcanzar los 183,5 millones de pasajeros, un 9% más, aunque la cifra final depende de que Boeing cumpla con sus compromisos de entrega de aquí a fin de año.

A pesar de la incertidumbre sobre las entregas de Boeing, una factura de combustible significativamente mayor para todo el año (aproximadamente 1.300 millones de euros más que el año pasado), una visibilidad muy limitada del cuarto trimestre y el riesgo de un consumo más débil en los próximos meses espera lograr un beneficio en el conjunto del año fiscal de entre 1.850 y 2.050 millones de euros, con pérdidas modestas durante el período invernal del segundo semestre.