Además, los inmigrantes procedentes de países ajenos a la Unión Europea (UE) ocupan los puestos de trabajo más precarios y sometidos a grandes fluctuaciones estacionales y coyunturales, normalmente con empleos a tiempo parcial.

El estudio resalta que en Francia el 46 por ciento de los inmigrantes trabajan como obreros,en Holanda las actividades peor consideradas emplean al 67 por ciento de los marroquíes y el 75 por ciento de los turcos, frente al 12 por ciento de la población holandesa.

Asimismo, el Observatorio pone de manifiesto que las tasas de desempleo de la población inmigrante llegan a ser en Francia ocho puntos más elevadas que las de la media nacional, y en Alemania y Bélgica, dos puntos por encima.