Durante su participación en la sesión plenaria de la 68ª Asamblea Parlamentaria de la OTAN, que se celebra en Madrid, Sánchez defendió que “sería bueno, que entre todos lanzáramos un mensaje rotundo a Vladimir Putin de que deje en paz a Ucrania, que respete su integridad territorial, su soberanía nacional y su capacidad para elegir libremente sobre su futuro”.

“Y, hasta que eso ocurra, todos vamos a seguir unidos junto a Ucrania y en su lucha por la libertad”, ensalzó el presidente español en una intervención en la que destacó que la OTAN se ha sobrepuesto a la “muerte cerebral” en la que la situaban algunos antes de febrero de este año. “La Alianza se ha fortalecido estos meses”, subrayó.

Porque, dijo el presidente alabando también la contribución del secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, que “ante este desafío” de la “agresión ilegal, injusta, no provocada por Ucrania sino por Putin”,“la OTAN ha sabido demostrar la propia necesidad de su existencia, porque ha reacción no solo con prontitud, sino también con determinación” y con “inteligencia”.

Esa “inteligencia”, destacó Sánchez, porque se “ha sabido dar una repuesta proporcionada, inteligente y moderada, evitando en todo momento una escalada de consecuencias impredecibles que nadie desea”.

El presidente español remarcó que la actuación de la Alianza, así como de las acciones sancionadoras de la Unión Europa no son una posición “contra el pueblo ruso, sino contra la autocracia que lidera Vladimir Putin”.

Sánchez indicó que además de los propios ucranianos hay “víctimas de esta guerra mucho más allá de las fronteras de Ucrania” y, en el caso español, puso en valor los más de 35.000 millones del ‘escudo social’ del Gobierno para hacer frente a la crisis energética y al alza del coste de la vida.

También repasó de la contribución militar de España a las fuerzas ucranianas, como la donación de sistemas de misiles antiaéreos, la formación a personal militar ucraniano en suelo español y el refuerzo a la presencia militar española en misiones como la de Letonia -con más de 600 efectivos- y la participación “activamente” en los despliegues navales y aéreos de la Alianza para reforzar la “disuasión”.

Pese a todo, recordó Sánchez, el presidente ruso perpetuó la semana pasada el “mayor ataque” contra infraestructuras críticas y civiles, que supuso “un nuevo paso en su siniestra voluntad de destruir Ucrania”.

“Asistimos a la cara más cruel de la huida hacia delante del presidente ruso, pero sabemos que Ucrania resiste, el orden mundial prevalecerá, y sabemos de las vías para conseguirlo: la de la firmeza frente a la sin razón, la de la respuesta justa frente la provocación, y la unidad”, sentenció Sánchez.

En esta línea, y tras le episodio del misil que terminó cayendo en territorio polaco y provocó la muerte de dos personas, Sánchez espetó que la OTAN debe actuar “hasta el final” del conflicto con la “misma firmeza, unidad y la misma templanza”.

“Y con la certeza de estar haciendo lo que debemos hacer para conseguir cuanto antes aquello que todos deseamos, que es el restablecimiento de la paz, del orden internacional y de la libertad”, concluyó.

Unas premisas muy similares a las que, en su intervención previa, defendió el presidente del Senado, Ander Gil, quién demandó “unidad” como la respuesta a todos los frentes porque “la democracia es la mejor defensa para la paz”, en un momento de una “invasión no provocada” en la que se está respondiendo “con lo mejor” de la Unión Europa y la OTAN.

En la misma línea, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, destacó la “unidad” mostrada contra la “agresión” de Putin no esperada. “Una unidad que ha sorprendido positivamente a muchos analistas. A veces incluso a nosotros mismos, y muy negativamente a Putin, que claramente no la esperaba” y ésta es una “unidad que hay que preservar.

Porque, remarcó, “solo unidos podremos defender la democracia frente al totalitarismo” ya que “la paz no se construye desde la inacción, desde la pasividad o la desunión”.