Así lo dijo durante su participación en la clausura de las Jornadas del Grupo S & D (socialistas y demócratas) del Parlamento Europeo, en Madrid, donde arremetió contra la “derecha” conservadora que ha “claudicado” ante la ultraderecha. Sánchez defendió que el 23-J la sociedad española demostró que se puede frenar “el avance” de la ultraderecha que asola toda Europa, por lo que animó a ser “mucho más socialistas y europeístas”.

El también líder del PSOE, que permaneció en silencio durante los dos días de debate parlamentario de la investidura de Feijóo, sostuvo que este viernes, en la segunda votación, se verá en “tiempo real” la “consumación de la derrota de la propuesta reaccionaria de Vox y PP”.

Porque, defendió, ese es "el mandato de la mayoría social que se manifestó y se expresó libremente en las urnas en las últimas elecciones generales a pesar de las sospechas, malintencionadas, y de las insidias; en un proceso electoral que ha sido, como siempre, modélico", defendió Sánchez.

Ahondó en la idea de que recoge "el mandato de una mayoría que eligió avanzar y no retroceder, que dijo sí al progreso y a la convivencia y que dijo no, un no rotundo, a la propuesta derogatoria de una derecha entregada a las tesis reaccionarias de la ultraderecha".

Una derecha que, dijo, se “rinde” ante la ultraderecha y que diluye “líneas rojas” que antes imponían a estas fuerzas que representan, subrayó Sánchez, el “pasado”. Frente a ellos, afirmó, a los socialistas “no nos van a temblar nunca las piernas” e instó a “combatir el veneno del odio”.

Antes de tomar la palabra Sánchez lo hizo la secretaria de la Unión Europea de la Ejecutiva del PSOE, vicepresidenta primera de los socialistas europeo y presidenta del Grupo S&D, Iratxe García. Remarcó el “liderazgo” de Sánchez, también a nivel europeo y cómo es capaz de “hacer posible lo imposible”.

También ahondó en que mañana se evidenciará el “fracaso rotundo” de esa derecha que “solo tiene como proyecto la política la involución” y dijo que con esta sesión de investidura se pone “fin” a este intento y se vuelve “a tener a un presidente socialista y progresista” en España que supone “la esperanza para detener a la extrema derecha que recorre todo el continente”.