Sánchez, en la rueda de prensa que ofreció junto al primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, aprovechó una pregunta sobre el primer aniversario de la invasión -24 de febrero- de Rusia a Ucrania para “reafirmar” algunas “cuestiones que parecen evidentes pero que son muy necesarias recordar”.

“Aquí nadie quería una guerra, salvo una persona”, sentenció el presidente español, en referencia al presidente ruso, Vladimir Putin, porque a Ucrania no se le “veía con veleidades de conquistar ningún territorio de Rusia”.

En este sentido, reflexionó que “es importante no ser equidistantes. En ninguna faceta de la vida se puede ser equidistante entre el agresor y el agredido. Y aquí hay un agresor y un agredido, y nosotros estamos con el agredido”, remarcó el jefe del Ejecutivo español.

Además, defendió la posición de España con Ucrania porque en este contexto, entre otras cuestiones, “subyace algo muy importante para Europa” que ya se vio hace años en Osetia del Sur, en Crimea y ahora en Ucrania, y es que se está “redefiniendo los términos de la seguridad europea y la global, y un sistema de valores que hay detrás”.

En concreto, dijo, se cuestiona el “respeto a los Derechos Humanos, a un orden internacional basado en reglas, respeto a la libertad de los pueblos a decidir su futuro, su integridad territorial, y algunos elementos que damos por válidos y ciertos y que, por desgracia están siendo violentados en Ucrania”, señaló el presidente.

Por ello, Sánchez ensalzó que si “nosotros nunca hemos querido la guerra, cómo no vamos a apostar por la paz. Queremos la paz”, exclamó. “Pero la base de esa paz se tiene que definir en torno a las propuestas que ha hecho quien ha sido agredido, que es el presidente Zelenski y su país”.

Así las cosas, sostuvo que para ello es necesario que “entre todos hagamos partícipes al conjunto de la comunidad internacional, todas las regiones del mundo", de la “necesidad de caminar hacia la paz, el fin de la guerra, en torno a la propuesta que ha puesto el país que sufre la invasión, que es Ucrania”.

Para ese fin Sánchez compartió la “necesidad de permanecer unidos y no olvidar nunca el origen de esta guerra, que es puro imperialismo”, como avanzó el mandatario esloveno, ya que el imperialismo ya se ha vivido en “otros momentos de la historia y es algo que no podemos aceptar sociedades democráticas”. “Apostamos por la paz, porque nadie salvo una persona quiso una guerra”, concluyó Sánchez.