“Con la respuesta social que hemos ido dando, en los complejos tres años, en dos años, hemos recuperado el nivel de empleo previo a la pandemia, pronto vamos a recuperar ar los niveles de PIB, y la desigualdad no ha aumentado como sí sucedió durante la crisis financiera”.

Así lo dijo en su intervención ante el Congreso, en la que también defendió la estrategia marcada por su Ejecutivo frente a la respuesta “liberal” con la que abordó el anterior Ejecutivo la última crisis financiera “que fue insolidaria y que provocó una recuperación lenta e injusta”.

Ahondando en la diferencia de los modelos, Sánchez dijo que ahora “España exporta soluciones frente a la crisis energética y de precios”, a diferencia de hace 10 años, con otros gobiernos, con los que importaba rescates a bancos quebrados y recortes en el Estado del bienestar.

En este sentido, defendió una vez más el impuesto a las entidades financieras ya en vigor, “tras conocer que la banca española concentra el grueso de los directivos con mayores sueldos de Europa”. “Es de puro sentido común pedirles un mayor esfuerzo con la creación del impuesto a las grandes entidades financieras”, sentenció.

El presidente del Gobierno defendió que "siempre" han hablado claro sin ocultar la "realidad", y por eso "es tan importante acertar tanto en el diagnóstico como no ocultar a la gente los riesgos y los desafíos que afrontamos tanto en Europa como en España".

No obstante, dijo, en este contexto "reaparecen los profetas del apocalipsis", unos "profetas que, de tanto advertir de crisis profundísimas, acaban confundiendo sus deseos con la realidad, siembran dudas sobre nuestra economía, dañan la imagen de España y no vacilan en hacerlo incluso fuera de nuestro país, si ello conviene a sus propósitos".