En declaraciones en Bruselas al término del Consejo, Sánchez aseguró que España, como presidenta de turno del Consejo, “ha jugado un papel importante” en un momento que exigía “actuar con valentía”, además de con “coherencia”, “equilibrio” y “unidad”.

En su opinión, “era imprescindible” que la UE “acordase un mensaje claro” en dos vertientes: para hacer llegar la ayuda humanitaria a la población de Gaza, para evitar “una catástrofe humanitaria de proporciones inéditas” pero también dar “perspectiva al conflicto” y adoptar “soluciones políticas y diplomáticas que pongan fin a ese conflicto”.

Respecto a lo inmediato, reconoció a pregunta de los periodistas que, aunque España defendía un alto el fuego único, en aras del consenso de los países miembros había aceptado dejarlo en “pausas humanitarias” para abrir “corredores humanitarios”, como se ha incluido en las conclusiones de la reunión del Consejo.

En cuanto a las soluciones políticas, subrayó que no bastaba con abogar en genérico por la solución de dos Estados sino que había que establecer “un horizonte concreto” con una “pronta conferencia de paz”. En ese sentido, considera que “el acuerdo alcanzado ayer es muy importante” y que el Consejo Europeo “hace suya la propuesta de España”. En ese sentido, se declaró “particularmente satisfecho de haberlo logrado”, porque es “la mejor contribución que podíamos hacer”.

Sánchez también constató que los países de la UE han acordado también pactar antes de fin de año tanto el Marco Financiero Plurianual como las reglas fiscales, a modo de “paquete” porque ambas cosas están “muy relacionadas”. Y que se había hablado también de la inmigración, pero de modo superficial. En su opinión, la Presidencia española del Consejo está “consiguiendo avances muy importantes”, como el acuerdo para la reforma del mercado eléctrico, el Pacto por la Migración y Asilo y los de gobernanza económica.