Así lo manifestó Sánchez en una intervención telemática durante un acto organizado por UGT para homenajear la figura de Nicolás Redondo Urbieta, quien fuera secretario general de dicho sindicato entre 1976 y 1994 y también diputado socialista en los años 80. Redondo falleció el pasado 3 de enero.

“Somos ahora un país que reconoce el valor de la negociación, que promueve la paz social, como hemos hecho durante estos últimos años, mediante el diálogo entre diferentes. Un país que sabe de su inmenso valor para atraer y crear riqueza, porque nada crece donde llega la discordia y el conflicto”, declaró Sánchez.

Sánchez subrayó que, gracias a Redondo, en pocos años “se pasó de un sindicalismo industrial y eminentemente masculinizado a un sindicalismo contemporáneo, europeo, abierto a sectores más allá de la industria, al que se incorporó, por fin, la representación de mujeres y de jóvenes”.

“Todo aquel proceso no fue fácil, exigió mucho trabajo, tensiones y mucha lucha sindical”, recordó el jefe del Ejecutivo, quien sacó pecho de los resultados de la última reforma laboral (2021) para avanzar en objetivos que eran clave para Redondo. “Primero la precariedad y, en segundo lugar, la temporalidad. Hoy sabemos que no fueron tan irresolubles como algunos se empeñaron en señalar”, zanjó.

RUDO PERO SENSIBLE

La ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, manifestó que es un placer “dejarnos interpelar por su vida, su trayectoria y su coherencia”, al tiempo que ensalzó su “biografía y compromiso con que el socialismo era posible y que nunca se podía dar una tarea por finalizada”.

Calificó a Redondo como “hombre rudo pero sensible”, que retrata a quienes “sufrieron tanto” pero que intentaron contribuir para mejorar la vida de los demás mediante la defensa de “los derechos y libertades de los trabajadores”.

“Un país expresa lo que es su clase trabajadora, su clase media”, ahondó Montero, quien alertó de que un país con empleos precarios está “abocado a la decadencia” tanto a nivel social como económico. Al respecto, se refirió a los agentes sociales como las “organizaciones más patriotas que hemos podido disfrutar en los años de pandemia y de la guerra de Ucrania”.

Además, sostuvo que “en democracia nos debatimos permanentemente entre avanzar o retroceder”, por lo que el Gobierno tiene “claro que no es un momento de respuestas tímidas” ante las ideas neoliberales y ante quienes “pregonan” catástrofes constantemente.

Por su parte, entre los agentes sociales, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, elogió la trayectoria de Nicolás Redondo, su apuesta por la democracia y por los derechos laborales. Además, señaló que fue “un hombre con principios, porque por principios exigió que nos devolvieran el patrimonio sindical que nos había sido robado” en UGT.

Al hilo, alabó su defensa por la memoria histórica, si bien precisó que es un reto que “todavía hoy no hemos acabado de completar”. Igualmente, afirmó que fue “reformista” y cuando no daba resultado, vio que “teníamos que entrar en otra dinámica”.

En su alocución, el actual secretario general de UGT reprochó a algunas personas que hoy elogian a Nicolás Redondo pero que en su día provocaron que sufriera un “linchamiento”.

DEFENSA DE LA LIBERTAD

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, destacó que es "muy importante" su presencia en este acto porque representa la "contraparte" en el diálogo social. Calificó a Nicolás Redondo como un "referente" en la defensa de la libertad en el País Vasco y alabó la “independencia” con la que siempre desempeñó su labor, esforzándose siempre “por la unidad sindical”.

“El diálogo social entre empresarios y sindicatos es el que hace avanzar el país”, añadió Garamendi, quien dijo que lo esencial es ser “independientes”. “Cuando en estos momentos dicen algunos que sobran los sindicatos, yo digo que si no existieran, habría que inventarlos”, agregó el presidente de la CEOE logrando un aplauso de los asistentes.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, también se detuvo en el pasado de Redondo como vasco y proclamó que la figura de personas como el homenajeado tiene gran importancia en un siglo y reconoció su papel para favorecer la “independencia” del sindicalismo español.

El acto contó también con las intervenciones de personalidades como el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Antón Costas; Nicolás Redondo Terreros, hijo del histórico sindicalista, y diferentes representantes de diferentes áreas de UGT. Asistieron también exlíderes sindicales, así como representantes políticos como la presidenta del Congreso, Francina Armengol, o la secretaria general del PP, Cuca Gamarra.