Así lo sostuvo durante su primera intervención en el debate de la moción de censura que comenzó con la defensa de la misma en la tribuna por parte de Abascal, quién resumió que “sobran los motivos” para apear a Sánchez del Gobierno.

En los primeros minutos de su intervención, Sánchez se centró en el líder de Vox por “montar este show parlamentario” y un “numerito” en las Cortes, pero lejos de “ningunear” el instrumento constitucional, el jefe del Ejecutivo aprovechó la intervención para resumir los tres años de presencia de Vox en el Congreso.

En estos años, dijo, han generado “agitación” en las calles; en las tribunas parlamentarias “bronca e insultos”; en el Congreso “dos mociones de censura estériles y en todas partes odios. Esto es lo que ustedes” han proyectado a la “política española en tres años en las Cortes”, manifestó Sánchez.

Por lo que, resumió, “Vox es a la política españoles como la comida ultraprocesada a la dieta mediterránea”. “El glutamato de la derecha: un simple potenciador del sabor extremo y radical”, remachó.

En este sentido, felicitó a Abascal por ir “pasito a pasito” porque ya ha logrado que el PP, que en la anterior moción tuvo un “momento de lucidez” y dio un “no rotundo”, ahora “pinta mejor” para los intereses de Vox porque el PP de Alberto Núñez Feijóo se sitúa en la “abstención”.

El presidente del Gobierno desmontó con sus argumentos que la moción de censura sea por la unidad de España, la situación en Cataluña, la defensa de la Constitución o la economía porque “donde antes había conflicto, hoy dialogo; y donde hubo confrontación, hoy convivencia y dentro de la Constitución”, una Carta Magna que si alguien incumple, dijo , es el Partido Popular con la no renovación del Consejo General del Poder Judicial.

En clave económica, el jefe del Ejecutivo se limitó a destacar que la semana pasada la OCDE “revisó al alza” la previsión económica para España para 2023, pese las “enormes dificultades”, y abordando reformas con “paz social”.

Sánchez aprovechó para repasar todas las medidas puestas en marcha por la coalición de gobierno, aportando datos como las cifras récord de afiliación laboral o que España está situada como el sexto país en inversión extranjera del mundo, frente la “España negra” que, a su entender, pronostica Vox.